En su presentación del libro autobiográfico “a cuatro manos” como lo define, el columnista del periódico nacional La Jornada, sostiene que las mediciones de encuestas pueden reflejar la intención del voto, pero la estructura que tiene el candidato del Movimiento Ciudadano, con 4 millones de protagonistas, le darán 20 millones de votos pues cada uno de ellos convencerá a 5 personas.
“No se vale seguir haciendo predicciones en porcentajes, 42%, 49% ó 85%, hay que decir: Peña Nieto tiene 21 millones de votos, que lo digan, según su 42%, o tiene 50 millones de votos, entonces creo que es una propuesta estimulante que sería el momento de impulsar a su candidato y ya no hablar en abstracto ni engañar con estadísticas”, dijo.
Agregó que el neoliberalismo, que ha durado en el país más de 30 años, tiene que ver su fin con la llegada del exjefe de Gobierno a la presidencia y que la gente está sensible y madura lo que implica el priista Enrique Peña Nieto “un maniquí que no logró transmitir su mensaje; me encontré a niños en el Estado de México que repetían que Peña Nieto no cumple, lo que quiere decir que el mensaje no pasó y en cambio pasó el contramensaje”, enfatizó.
Sostuvo que la inversión que muchos actores políticos y de poderes fácticos no se logra con la llegada de Peña Nieto a la presidencia “Hay el peligro de quienes apostaron a Peña Nieto traten de ganar la presidencia por medio de la violencia; es muy preocupante, pero la estructura organizada de 4 millones de personas el fraude no les va a alcanzar”, auguró.
El periodista mencionó que el proyecto de hacer el libro sobre la biografía de López Obrador fue a invitación del candidato porque era un texto que iba a ser escrito por él mismo, pero expresó que el resultado final ha llevado a que mucha gente conozca la vida del tabasqueño y lo apoye en su candidatura.
Al ser cuestionado, rechazó la comparación que hacen de él con el presidente venezolano Hugo Chávez “No es el caso, Andrés Manuel es un político que ha desarrollado un método de trabajo basado en el diagnóstico y en la atención personal y no cuenta con los millones de dólares del petróleo en Venezuela (…) Chávez es el despilfarrador y son dos casos distintos y yo creo que lo único que se parecen en que se comen la S, pero se comen la S en la mitad de España y en muchas partes de América Latina; es una descalificación racista”, concluyó.