*La entidad se ubica en el quinto lugar.
Alfredo Quiles|CN COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Las entidades donde la Canasta Básica Alimentaria subió más de precio en los últimos meses son Guanajuato (15.09 por ciento); Yucatán (14.78 por ciento); Nayarit (14.29 por ciento) ciento); Chihuahua (7.71 por ciento), y Colima (7.25 por ciento), de acuerdo con reportes de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
En el último mes, los alimentos y las bebidas no alcohólicas tuvieron una variación anual de 5.29 por ciento. mayor a la del mes anterior de 4.89 por ciento, y superior a la inflación general.
Además, la inflación en noviembre (que se ubicó en 4.32 por ciento a tasa anual) rompió con una tendencia a la baja de nueves veces consecutivos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Esta condición de impotencia derivada de la incertidumbre adquisitiva hace que, como lo hemos señalado reiteradamente, a más de 60 por ciento de los consumidores mexicanos no les alcance para comprar la canasta básica de alimentos que demanda su hogar, siendo la población más afectada de esta situación la que destina la mayor parte de sus ingresos para la compra de alimentos”, acotó la agrupación.
Según la organización, el precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) fue de mil 795.90 pesos, un aumento promedio de 20.32 pesos.
La canasta básica analizada por la ANPEC está compuesta por 44 productos. Los que más aumentaron de precio fueron: la cebolla con 22.94 por ciento. El precio pasó de 25.40 a 31.33 pesos; el café soluble con 8.10 por ciento. Su costo subió de 108.50 a 117.29 pesos; las lentejas con 7.73 por ciento. El precio aumentó de 34.36 a 37.02 pesos.
El azúcar con 6.33 por ciento. Los consumidores pasaron de pagar 36.97 a 39.31 pesos.
Sal de mesa con 6.27 por ciento. La actualización fue de 18.14 a 19.28 pesos.
“Toda esta data nos confirma que la inflación no es una enfermedad pasajera de nuestra economía, y que la inflación alimentaria ha sido una constante que viene afectando el poder adquisitivo de las familias mexicanas, lo que les ha obligado a que dejen de consumir proteínas y lleven una alimentación diaria de mala calidad”, alertó la ANPEC.