Punto (.) Rojo
Por: J. Baldomero Díaz Gaytán
El hecho es, en sí mismo, reprobable: El presidente municipal de Armería, Salvador Bueno, mandó al hospital a su esposa Silvia Saucedo al golpearla con la cacha de una pistola. La primera dama puso su denuncia en el Ministerio Público y hoy, estamos en la antesala de ser testigos de la destitución de Chava Bueno como alcalde, No hay otro camino, por la salud de nuestro sistema político, Bueno debe presentar licencia para separarse del cargo y dejar que su suplente termine el trienio para el que fue electo el primero de julio del 2018.
Y es que, Salvador Bueno cometió el peor delito de nuestros tiempos: El de la violencia de género, el de la violencia doméstica. Política y socialmente es inaceptable tener un representante popular que fue exhibido en flagrancia golpeando a su mujer. El presidente municipal puede decir misa y alegar que los problemas conyugales se arreglan en las alcobas y entre cuatro paredes, pero en el fondo, ya fue exhibido como un personaje imprudente que a las primeras de cambio saca la pistola para arreglar las diferencias. Salvador Bueno se equivocó y su destitución o renuncia al cargo parecer ser la penitencia que clama a gritos la llamada clase política.
Morena y el Partido del Trabajo ya le dieron la espalda al presidente Bueno: Sergio Jiménez Bojado, el líder estatal del partido de López Obrador, fue el primero en alzar la voz y en exigir a Bueno su renuncia al cargo “para que se realicen investigaciones objetivas por parte de la Fiscalía”. Y la súper delegada del Gobierno Federal, Indira Vizcaíno, fue enérgica al mostrar “todo su apoyo a la primera dama de Armería”. Y qué decir de Joel Padilla, el líder moral del Partido del Trabajo, quien ayer le dio un puntapié a la figura política de Salvador Bueno al desconocerlo totalmente como militante de ese partido político.
No hay vuelta de hoja: Salvador Bueno va a ser renunciado o destituido como presidente municipal de Armería. Y va a serlo por dos razones sencillas: Si no se va a su casa, habrá fracasado rotundamente el discurso moral del proyecto de la Cuarta Transformación en Colima. Y segundo, si no renuncia, se irán al bote de la basura diez años de discursos en donde se defiende rabiosamente al género femenino.
Y el mensaje final está sobre la mesa: Un pleito doméstico fue el suicidio político de la carrera de Salvador Bueno. Y eso, sin duda, a todos nos queda claro.
MIS POSTDATAS DE ESTE DIA
P. D. 1.- Una pregunta boba para lectores agusados: ¿Quiénes son los representantes del viejo régimen que estuvieron sentados en la silla de los acusados por mandar al hospital a sus respectivas mujeres? En el pasado, esos delitos se encubrían. En el presente, esos mismos delitos se exhiben en las redes sociales.
P. D. 2.- En Manzanillo es del dominio público la sólida amistad de la alcaldesa Griselda Martínez con el ex director de Fimaga, Alejandro Meillón Galindo. No se equivocan quiene piensan que Meillón es, en la práctica, una de las conciencias más activas en la figura de poder de la presidenta de Morena.
P. D. 3.- En el Partido Acción Nacional de Manzanillo ya piensan en el futuro. Y solicitaron una encuesta para medir la popularidad de varios actores políticos de los distintos partidos. Nabor Ochoa, Griselda Martínez, Gretel Culin y Gonzalo Sánchez Ríos son las figuras más dominantes pensando en el nada lejano proceso electoral del 2021.
Y ni una línea más.