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México.- Los plásticos de un solo uso se han vuelto parte del estilo de vida actual desde hace varios años, en los que se han generado miles de toneladas de desechos de este material. El problema es que tarda mucho tiempo en degradarse, al menos 100 años, y en algunos casos, es probable que nunca llegue a desintegrarse por completo.
Además, los residuos plásticos contaminan la tierra y el agua de los mares, y resultan dañinos para la fauna, ya que muchos animales acuáticos acaban enredados entre la basura plástica, mientras que otros la comen y se enferman o mueren.
Por estas razones, es urgente hacer un esfuerzo para reducir el consumo de plásticos desechables, en el que tanto los gobiernos como la sociedad deben participar.
En este sentido, el Congreso de la Ciudad de México aprobó un dictamen que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de productos con plásticos de un solo uso, con el fin de reducir al máximo posible la generación de basura plástica.
Dicho dictamen comenzará a aplicar a partir de diciembre de 2020 para las bolsas de plástico, como las que se usan en supermercados y toda clase de comercios, y desde el primero de enero de 2021 para otro tipo de productos y utensilios.
Así, la reforma a la Ley de Residuos Sólidos en la que se basa este dictamen contempla que desde el 1 de enero del 2021 estará prohibida la comercialización, distribución y entrega de: cubiertos, palitos mezcladores, popotes, platos, vasos, contenedores y sus tapas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, charolas para transportar alimentos, cápsulas de café y aplicadores de tampones que son fabricados total o parcialmente de plástico.
El Congreso capitalino también explicó que quedan excluidas de esta medida las bolsas que son necesarias por razones de higiene o que previenen el desperdicio de alimentos, siempre y cuando no existan alternativas sustentables para sustituirlas.
Además, el gobierno hace un llamado a las empresas que se dedican a la fabricación de todo este tipo de artículos desechables hechos a base de plástico para que incorporen en su cadena de producción materiales compostables, lo que significa que pueden biodegradarse fácilmente y son amigables con el medioambiente.
Para ello, se establecerá un programa de asesoramiento a los productores de plástico de un solo uso, de modo que puedan realizar una reconversión tecnológica en la que desarrollen alternativas compostables.
Fuente: HARMONIA