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El Tramadol, conocido como “la pastilla del diablo”, es un analgésico utilizado para aliviar el dolor de moderado a intenso. Aunque es legal en México y se vende sin receta médica, su consumo puede ser peligroso debido a sus efectos adictivos. Los cárteles mexicanos han encontrado una lucrativa oportunidad al traficar Tramadol hacia Estados Unidos y Africa.
En África, estas mismas pastillas tienen diferentes nombres según el país. Algunos lo llaman la “droga de los terroristas”, mientras que otros la conocen como “la pastilla del diablo”. Si se consume en dosis bajas, actúa como la morfina, pero en dosis altas, puede generar largos picos de energía similares a la heroína.
Es importante reconocer que, al igual que ocurrió con la crisis del fentanilo, los primeros distribuidores de este narcótico fueron los médicos que lo recetaron ampliamente, respaldados por farmacéuticas que omitieron los devastadores efectos secundarios de este opioide sintético. Aunque en México es de bajo costo y comúnmente disponible, su abuso puede tener consecuencias graves.
Con información de Milenio