Ayudan juegos infantiles a percibir evolución del lenguaje: lingüista

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- “Los cambios y la evolución en el lenguaje son notorios y se perciben a través de diversos fenómenos culturales, como sería el juego en el caso de los niños; ahora, con la tecnología y demás juegos digitales computarizados, es perceptible cómo se van integrando a nuestro idioma términos del inglés y de otros idiomas”.

Esto lo expuso la profesora-investigadora Lucila Gutiérrez Santana, de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, en su ponencia “El nombre del juego… y léxico que le acompaña (anglicismos e indigenismos en juegos infantiles)”, en las Terceras Jornadas de Lenguas en Contacto, que se realizaron del 18 al 20 de junio en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Nayarit.

Comentó, además, que el origen de los nombres de los juguetes tradicionales y las palabras que se utilizan para jugarlos se encuentra en diversas lenguas, por lo que buena parte de ellos pertenecen al léxico patrimonial. “Muchos de estos nombres asignados tienen que ver con onomatopeyas e interpretaciones semánticas”, dijo.

Quienes los juegan, dijo, son niños y adolescentes que adoptan palabras japonesas o hasta rusas, dependiendo del origen del juego. “Son palabras que llegan para quedarse y, por lo regular, contribuyen al enriquecimiento del idioma”, dijo.

La también profesora de la Licenciatura en Lingüística, explicó que su análisis es resultado de estudiar el léxico de juegos tradicionales como el trompo, balero, las canicas, la matatena o la churumbela, así como la castellanización de palabras como Play Station, el X-box, el Nintendo o juegos en línea.

Así, en juegos tradicionales como la matatena o el papalote se encuentran palabras del náhuatl, dijo, mientras que en juegos electrónicos es común hallar la castellanización de vocablos del inglés como “plei” “estéishion”, o “ets bots”, los cuales se refieren al nombre de origen de ciertos equipos.

Concluyó diciendo que cada vez es mayor el número de palabras que se adoptan del extranjero, porque el mercado comercial trae más ofertas y porque la niñez y juventud se relacionan al cien por ciento con su entorno mediante las tecnologías digitales. “Esto no es precisamente un peligro para el idioma original porque en realidad siempre, mediante el comercio, por ejemplo, se han dado intercambios y préstamos que terminan acrecentando el poder cultural de un pueblo”.