Aumento de acidez en océanos podría ocasionar desaparición de algunas especies: experto

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*Ramón Sosa, director del Centro Universitario de Investigaciones Oceanológicas de la UdeC, participó en el Primer Simposio Latinoamericano de Acidificación del Océano.

Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-  La Universidad de Colima, a través del doctor Ramón Sosa Ávalos, director del Centro Universitario de Investigaciones Oceanológicas (Ceunivo), forma parte de la Red Latinoamericana de Acidificación del Océano que organizó hace días el primer simposio Latinoamericano de Acidificación del Océano, en Buenos Aires, Argentina, con la finalidad de exponer la situación y efectos sobre la acidificación de los océanos en Latinoamérica.

En el encuentro participaron investigadores de México, Perú, Colombia Venezuela, Costa Rica, Chile y Argentina, entre otros, presentando más de 60 trabajos de investigación que retratan el panorama actual sobre este fenómeno.

En particular, el doctor Sosa Ávalos presentó el trabajo desarrollado desde el 2011 en las costas de Manzanillo, Puerto Vallarta y Zihuatanejo.

A su regreso, Sosa Ávalos comentó en entrevista que existe una preocupación internacional sobre la acidificación del océano, ya que incide sobre los organismos, pues cambia la química del mar. Por esta razón, añadió, se pretende desarrollar proyectos en conjunto financiados por organismos internacionales para estudiar este problema en nuestro continente.

El investigador universitario explicó que el problema es que está bajando el PH (medida de acidez o alcalinidad) del agua en los océanos, indicando que en la atmósfera tenemos dióxido de carbono (CO2), el cual es captado por el océano; no obstante, agregó, al presentarse cambios en los niveles de CO2 en la atmósfera, cambia también la química del mar.

“Mientras más dióxido entra en el océano, más bajará el PH del agua, y eso afecta la estructura de carbonato de calcio de algunos organismos como los corales, moluscos y el exoesqueleto de los crustáceos, modificando sus estructuras o repercutiendo en las disolución de las mismas”, explicó.

El entrevistado detalló que un efecto directo y claro de los estragos del bajo PH se vería en los organismos que se comercian y por lo tanto en la economía de países que exportan productos del mar, por ejemplo, mejillones, pues se producirían cambios físicos en esta especie o habría una menor producción.

No obstante el problema es más serio, indicó, pues en este fenómeno, al cambiar la química de aguas profundas por la captación de dióxido de carbono, varios componentes en el agua se convirtieren a su vez en ácido carbónico, “derivando finalmente en CO2, que al llegar a las aguas superficiales escapa a la atmósfera incrementando aún más estos niveles y ejerciendo estragos en la temperatura global al contribuir al efecto invernadero”.

Reveló que éste “es un ciclo que se ha acelerado año con año a consecuencia de la acción humana, revelando un panorama nada alentador y complicado, pues algunas especies pueden desaparecer”.

“Todavía no sabemos el impacto real que se tendrá en el planeta, pero es claro el efecto que existe y muchos escenarios que se proyectan en el futuro son el incremento de 3 o 4 grados de temperatura global, con una reorganización de las especies, muriendo muchas de ellas” enfatizó Sosa Ávalos.

Por lo anterior, recalcó la importancia de esta red de investigadores, pues de ella han derivado puntos clave de colaboración con pares en Sudamérica, talleres para estudiantes, así como la invitación para formar parte de la red de Norteamérica, conformada por Canadá, EUA y México, para intercambiar información a fin de contar con un mejor conocimiento sobre dicho fenómeno.

Por último, invitó a los estudiantes y público en general a interesarse en el cambio climático y la química del océano pues, exteriorizó, “hay mucho por aprender de este fenómeno mediante la experimentación, tanto en laboratorio como en campo; en México apenas vamos empezando”.