Los hechos ocurrieron en la comunidad de Ixtlahuacán de los Membrillos, en un poblado denominado La Capilla, donde la madre de la menor, Verónica Ayala, de 20 años, pareja de Rigoberto, narró que su hija estaba llorando porque tenía hambre, lo que molestó al padrastro, quien se llevó la niña a una recámara y luego, al no oírla llorar, entró ella y encontró a la niña sin ropa y con sangre en el cuerpo.
Manifestó que entre ella y su pareja fueron a tirar el cuerpo de la bebé a un basurero al borde de la carretera La Capilla-El Salto. De hí huyeron al estado de Colima, refugiándose en una casa de la comunidad de Los Asmoles.
Según las autoridades de Jalisco, la madre desnaturalizada al darse cuenta de los hechos y sentirse cómplice, intentó suicidarse tratando se arrojarse a las llantas de los automóviles que pasaban por el lugar, lo que llamó la atención de los policías de Colima, quienes la llevaron al ministerio público porque gritaba “me quiero morir, mi amante mató a mi hija y entre los dos la tiramos. Ya no quiero seguir viviendo, estoy arrepentida”.
Luego de las investigaciones realizadas y para constatar lo dicho por la mujer, elementos de la Policía de Procuración de Justicia solicitaron el apoyo de elementos judiciales de Jalisco del grupo de homicidios, quienes se trsladaron al lugar señalado por la mujer y descubrieron el cuerpo de la niña envuelto en una chamarra.
Con su confesión, los agentes de Colima se trasñladaron a Los Asmoles para capturar al homicida, quien luego de rendir declaración, fue llevado a las autoridades de Jalisco, así como su cómplice, para que sean sentenciados por los delitos de homicidio y lo que resulte.
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