ARRESTANDO A PUTIN

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Por José Díaz MadrigalEn este mes de Marzo, se cumplen 70 años de la muerte del mayor genocida que han tenido en Rusia y, uno de los más grandes asesinos en la historia humana; sólo detrás del chino Mao. José Stalin fue el dictador que gobernó a los soviéticos por casi 30 años. Tomó las riendas de mando después de la muerte de Lenin en 1924, y no la soltó hasta 1953, año que murió.Stalin continuó y perfeccionó la represión que había iniciado su predecesor Nicolas Lenin, con el movimiento radical llamado los Bolcheviques. Stalin aplastó toda disidencia y al mismo tiempo desencadenó un terrorismo policial, con su famoso aparato de represión, La Checa. Cualquier persona que se atreviera a difundir el mínimo rumor contra el gobierno, era detenida y enviada a campos de concentración de donde por lo general, nunca regresaban.Miles de presos políticos o sospechosos de ser opositores, fueron masacrados en esa época de los veinte; aparte de los que huyeron al extranjero, en la primer purga o eliminación de enemigos del régimen. En éste período salió León Trotski, que se radicó más tarde en México; hasta donde llegaron los tentáculos de Stalin siendo asesinado por órdenes de él.A partir de 1930, el dictador desató otra etapa de horror conocida como la gran purga o el gran terror de Stalin; que se juntó con los años de hambruna. Se estima que entre 6 y 8 millones de personas murieron por falta de alimento, sólo en Ucrania. Según un historiador británico, sí se le suma las demás muertes en el resto de la Unión Soviética, la cifra se eleva hasta los once millones de campesinos muertos.En Ucrania era tan grande la necesidad de alimentos, que de los cientos de cadáveres que llegaban cada día a los cementerios; un número elevado de ellos no tenían el hígado. Un testigo foráneo de ese tiempo refiere: A los difuntos les quitaban el hígado a través de un corte amplio en el abdomen. Cuando la policía encontraba a esos “carniceros” confesaban que con esa vicera, cocinaban unas empanadillas que de inmediato vendían en el mercado local.A todo éste historial de fechorías stalinistas, también se le debe agregar aunque de manera un tanto lateral, los más de 25 millones de soviéticos que murieron; entre soldados y civiles durante la Segunda Guerra Mundial. A Stalin no le importaba enviar oleadas de soldados mal armados a morir en el frente de batalla.Desde que a Putin le fue heredado el poder -no hubo elecciones- el 1° de Enero del año 2000, por Boris Yeltsin; empezó una campaña en toda Rusia, para enaltecer la figura del matón Stalin, que había quedado en el olvido por casi 50 años; luego de que el sucesor del dictador mano de tejón -tenía la mano izquierda más corta que la derecha- Nikita Kruschev hizo pública toda la horrenda cadena de crímenes de Stalin, que habían permanecido más o menos oculta por el grueso del pueblo soviético.A causa de esa campaña de reivindicación histórica de Stalin, las nuevas generaciones de rusos ya no quieren acordarse de los crímenes de Stalin, y lo tienen en el imaginario colectivo, como un héroe.Encuestas recientes en la federación rusa, pusieron de manifiesto que el dictador José Stalin, resulta ser el personaje más sobresaliente que gobernó a Rusia en el siglo pasado. El ciudadano común no tiene interés en conocer el tamaño de aquellos crímenes. Stalin ha crecido en popularidad conforme se sabe menos de él.Bastante bien le ha funcionado a Putin recuperar el nombre de Stalin. Ahora Putin se cree el nuevo Stalin, sin importarle enviar oleadas de soldados al matadero; tal como lo hacía su admirado mentor. Cuando menos Stalin defendía a su patria de un invasor, pero ahora Putin es el invasor de un país vecino, donde también están muriendo miles de soldados.El Viernes pasado La Corte Penal Internacional, organismo dependiente de la ONU, acusó a Vladimir Putin de crímenes de guerra en Ucrania y pidió su inmediata detención. Éste tribunal es el encargado de juzgar a individuos responsables de crímenes graves como: Genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y agresiones entre Estados.La mayoría de países en el mundo, pertenecen a ésta organización y se le reconoce como juzgado Internacional, incluyendo a nuestro país. Por lo tanto a Putin que ni se le ocurra venir a México, porque de inmediato mandamos a los bravisimos polis de La Villa, para arrestarlo.