Ángeles en la tierra

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Diario de un Centenials.

Por: Consuelo Araujo.

“No hay en nuestras vidas un cómplice más hermoso que el abuelo; en él tenemos a un padre, a un maestro y a un amigo” (frase del dominio público). El pasado domingo 26 de julio, se celebró el día de los abuelos. Nuestros abuelitos, son seres que nos acompañan a lo largo de nuestra vida para cuidarnos, aconsejarnos, consentirnos, amarnos y en algunas ocasiones regañarnos con cariño. No bastaría con un día para recordar el valor que tienen, sino que, cada momento es bueno para hacerles sentir cuanto los queremos.

Qué bello es crecer con su compañía, escuchar las anécdotas de su niñez, las cuales siempre nos dejaban una enseñanza. A veces, me preguntaba ¿cómo es que los abuelos saben tanto? la respuesta de mi abuelito paterno siempre era: “más sabe el diablo por viejo que por diablo” (cuánta razón tenía). Ellos suelen ayudarnos con las tareas de la escuela, a comprender las tablas de multiplicar; también, como olvidar, cuando anhelábamos con alegría los domingos, porque era una tradición para ellos darnos una pequeña cantidad de dinero como signo de recompensa por habernos portado bien toda la semana.

Ellos vivieron una época diferente, donde no existía tanta violencia y problemas en el mundo; fueron educados con otros valores y costumbres, por ende, su forma de ver la vida no se compara a como nosotros los jóvenes la vemos hoy en día. Sus pasatiempos favoritos eran salir a la calle con sus amigos a jugar al trompo, avión, canicas, balero, etc. En la actualidad, pocos conocemos todos esos juegos tradicionales, ya que, nos distraemos con tantas tecnologías que tenemos a nuestro alcance. Por ello, no debemos olvidar todo lo que nos enseñan y aprendamos a valorarlos, antes de que sea demasiado tarde y vivamos solo con su recuerdo.

Quizás no todos conocimos a nuestros abuelos pero para los que hemos tenido la dicha de vivir nuestra infancia a lado de nuestros abuelitos, comprendan porqué considero que son ángeles en la tierra, ya que, nos acompañan en este camino llamado vida deseando lo mejor para nosotros. Es admirable, saber de aquellos abuelitos que educan con amor a segundas generaciones por ausencia de padres, a pesar del cansancio que sienten por los años recorridos lo hacen con gran cariño.

Ojalá que todos devolvamos a ellos, un poco de ese amor y tiempo que en su momento nos brindaron.

Tendría pertinencia expresar la felicitación cada día, además, de haber pasado ya el día en que se conmemora. ¡Feliz día del abuelo!