El papel de la oposición frente al empréstito
Por: Luis Ávila Aguilar
Dos temas controvertidos ocuparon los espacios en los medios de comunicación; escritos, radiofónicos, televisivos y por supuesto en las diferentes periódicos electrónicos y en redes sociales del estado de Colima, estos últimos por cierto, convertidos hoy en día en el muro de expresión ciudadana, que con conocimiento de causa o de información cierta, les da por expresarse, generando confusión en la opinión pública, ya que están carentes de la objetividad que requiere el análisis y responsabilidad para opinar.
Pero bueno ese es otro tema, lo cierto es que para iniciar la semana, el congreso del estado, se vio envuelto en un espectáculo circense sin nombre, guion, sin conducción, con actores políticos de improvisación, mal parado y peor visto, sin letra, dirección o direccionalidad alguna.
Es que el tema de la solicitud de préstamo del Gobernador del Estado Mario Anguiano Moreno presentada ante el pleno de la legislatura , por el orden de los más de mil 500 millones de pesos, en un momento crucial para la economía del país y de Colima, con despidos de personal, reducción de salarios de trabajadores de contrato y confianza, deuda con diferentes proveedores y retrasos en el cumplimiento de pago en programas sociales, dio la oportunidad a los agoreros del desastre, cual zopilotes, a hacer presencia para obtener papel protagónico en la obra puesta en escena.
Mal parada se vio la oposición en Colima, al no haberse puesto de acuerdo para presentar un frente común ante una causa que se antojaba, independientemente de su razón, la oportunidad para verse como una oposición responsable y ganar el juicio favorable de la ciudadanía y de la opinión pública en general.
Se le vio a la oposición, como una fuerza desarticulada, incapaz de generar un frente ante una causa común; el evitar el endeudamiento público por el orden de mil 728 millones de pesos (que finalmente fue mayor a lo inicialmente solicitado) Veamos:
1.- Un Partido Acción Nacional, encabezado por quien en este momento es propietario de la nomenclatura, dígase Jorge Luis Preciado, quien a partir del escandalo y la toma de la mas alta tribuna local, trató de ocultar y enjuagarse las manos para dejar a salvo a su fracción legislativa dejando entrever, una supuesta oposición al propósito gubernamental de incrementar el endeudamiento público para sanear las finanzas públicas del Estado.
A todas luces resultó un acto mal montado, cuando dos diputados de su fracción, los de menor rango político es sus filas, votan a favor de la contratación del crédito, en tanto tres de sus correligionarios, llegan misteriosamente tarde a la sesión legislativa, y con ello sin derecho a voto a favor o en contra de la iniciativa. Lo anterior devela el telón y el propósito que persigue, ya que las administraciones municipales entrantes del PAN se verán directamente beneficiadas, al ser juez y parte en este asunto.
2.- Leoncio Moran Sánchez en su calidad de líder del Partido del Movimiento Ciudadano, se vio rebasado y lo que parecía un movimiento autentico, al menos desde su perspectiva, quedo de lado al verse enfrascado y caer en la trampa puesta por el actual senador de la república y ex candidato a la gubernatura por el PAN, el movimiento se quedo en un dimes, diretes y manoteos de seguidores de ambos partidos políticos y de sus dos principales actores.
3.- Morena y PRD, por naturaleza, fieles a su costumbre, trataron de llevar agua a su molino mediante el protagonismo y el populismo de ellos bien conocidos, se vieron mal al verse enfrascados en el debate estéril que a nada los llevo, sino a verse mal, al protagonizar el zafarrancho del día entre sus dos diezmadas militancias ¿ la demanda principal? En el cajón.
4.- La fracción mayoritaria por su parte en el Congreso, cumplió y bien con su cometido legislativo al obtener 17 votos a favor del empréstito en donde además se verán beneficiados Ayuntamientos del Estado, que tendrán la oportunidad de sanear sus finanzas públicas municipales al cumplir con tiempo y forma sus compromisos institucionales de fin de año y de sexenio, dejando apuntaladas con esto, sus arcas, incluyendo por supuesto: Las del Gobierno del Estado.