Por: Felipe Díaz
Lamentable escuchar a aspirantes a cargos políticos decir: “yo no soy político” o “soy un ciudadano que nunca ha estado en la política y por eso aspiro a:”
Sí sólo son ciudadanos y nunca han sido políticos, ¿qué se puede esperar de ellos en un cargo donde se requiere un amplio conocimiento de la política y sus deberes?
Un caso específico es Gustavo de Hoyos, expresidente de la Coparmex, quien aspira a una candidatura “ciudadana” en el 2024. Dice no ser político, pero anda de la mano con la alianza perversa del PRIANRD. También manifestó la necesidad de contar con representantes que no estén enfermos de poder, cuando uno de sus más cercanos es Claudio X González, un personaje enfermo de poder y contrario a los intereses de las y los mexicanos.
Hay que agregar, además, que la Coparmex es un organismo de élite empresarial muy distante a los intereses del pueblo mexicano, con un alto poder económico y aliado al poder político neoliberal.
En cambio, hoy tenemos en México a un hombre que nos ha demostrado que la política sirve cuando se pone al servicio del pueblo, al servicio de la gente más pobre; con amplia voluntad para distribuir de mejor manera la riqueza nacional.
El elefante, todavía con algunos reumas, se mueve y se mueve bien.
Este gobierno sigue remando por aguas un poco turbulentas, particularmente por traidores como Ricardo Monreal, quien se acaba de erigir en uno de los defensores del nefasto Felipe Calderón y la mafia del poder; su razón debe tener el zacatecano, ojalá y nada tengan que ver con Genaro García Luna, porque entonces si las cosas se pondrían color de hormiga.
Pero también escuché que Monreal está invitando a la gente a asistir al Zócalo de la Cuidad de México el próximo 18 de marzo para conmemorar el aniversario de la expropiación petrolera. Además, confirma su asistencia. ¿Será que es ajonjolí de todos los moles?
Pero bueno, lo importante hoy tenemos un gobierno diferente y se va a demostrar con el asunto de SEGALMEX, no sin antes realizar las investigaciones necesarias para no fabricar delitos y no encarcelar inocentes. Muchos ya están hablando de la “estafa maestra de la 4T”, cuando no han concluido las investigaciones, pero es normal que los opositores aprovechen el momento para tirar estiércol.
“No permitimos a nadie que se robe el dinero, que abuse de su cargo, sea quien sea”, afirmó AMLO. Y yo le creo.
Así como yo hay muchos millones de mexicanos que creen fielmente en el proyecto de transformación del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Oigan, me tocó ver una entrevista al expresidente, Felipe Calderón, dónde se proyecta como una blanca palomita, yo le voy a creer cuando, ante las instancias correspondientes, demande al gobierno de los Estados Unidos por fraude en el caso de García Luna. Y si no lo hace va a quedar como un verdadero merolico de crucero.
También puede suceder, que García Luna lo hunda hasta las orejas, para que le reduzcan la sentencia, que va pintando a cadena perpetua. Pobre, de nada sirvió lo que hizo si lo que le resta de vida estará tras las rejas, así sean de oro las condenadas.
Dicen que la justicia es lenta, pero llega, todo es cuestión de tiempo y seguramente los malos de la película creen que desbarrancando al nuevo gobierno se salvarán, pudiera ser, pero no creo que suceda porque con sus ataques infundados, más se hunden y más fortalecen al cambio verdadero.