Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- El Teatro al Aire Libre de Casa de la Cultura de Colima se convirtió en set de televisión para contar la historia de Lola, la conductora de un programa de cocina que, entre recetas y pausas comerciales, lee las cartas que le escriben varias mujeres que sufren algún tipo de violencia. Y como en un estudio de grabación, el director de cámaras gritaba ¡Al aire Lola!, nombre que llevó por título este divertido monólogo, aplaudido en Noches de Café.
La Garra de Pachamama y el colectivo escénico La Tarantela, fusionaron su talento en esta producción que continuamente se está renovando. Durante su intervención en el programa semanal que organiza la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, fueron recibidos con aplausos y muestras de cariño por algunas mujeres que se sintieron identificadas, así como hombres que sopesaron las responsabilidades en el hogar. De ahí que al final de la función un señor gritara a la actriz: ¡Sonríe Lola!, mientras Alejandra Pastrana en su papel de guionista, intérprete y directora, agradecía la asistencia del público.
Por momentos los espectadores se sentían parte del programa televisivo, ovacionaban a la conductora cada vez que el director de cámaras lo indicaba. Así, fueron transcurriendo las instrucciones para elaborar agua fresca, entradas, ensaladas, sopas, el plato fuerte y hasta el postre, todos ellos con nombres pícaros que aludían al doble sentido, sin escaparse sugerencias como: ¡De lengua me como un taco!, ¡A falta de pan tortilla!, ¡Comida que mucho hierve, sabor pierde! y ¡Al dolor de cabeza, el comer endereza!
En entrevista, Alejandra Pastrana comentó: “Creo que en general todas las mujeres hemos sufrido algún tipo de violencia… yo me fui al colegio y sufrí de bullying, entré a la secundaria y mi novio empezó a etiquetar ciertas cosas, sufrí de violencia cuando más adelante tuve pareja y desafortunadamente sufrí de maltrato psicológico”, sin embargo, explicó que hay mujeres que no se atreven a aceptarlo, lo ocultan o simplemente no tienen el valor, ni las condiciones para levantar la voz, cambiar su rol y ser escuchadas. “Yo afortunadamente siento que pude notar esto a tiempo y a través del arte encontré la medicina perfecta”, aseguró.
Influenciada por el trabajo del dramaturgo y multifacético artista chileno Alejandro Jodorowsky quien creía en el happening para provocar reacciones intensas en el público, muchas de ellas resultado de la improvisación actoral, Alejandra Pastrana llevó al escenario un espacio en donde las mujeres trabajan a diario, la cocina, para ser la portavoz de aquellas amas de casa quienes de manera robotizada hacen sus deberes, cansadas de su realidad.
Pastrana también se inspiró en la obra dramática de Henrik Ibsen, “Casa de muñecas”, estrenada en 1879, considerada por la crítica como la primera obra teatral feminista, aunque esto fue negado por su autor. En ella Ibsen hace una crítica a las normas en el matrimonio; es por ello que en ¡Al aire Lola! la mujer abnegada que está siempre sonriente pese al caos de su vida, se rebela contra su marido y lo grita a la sociedad.
“Yo retomo el personaje de Nora y de Trovald. Nora fue una mujer violentada por Trovald en la obra original (“Casa de muñecas”) porque ella está escondiendo un secreto sobre una deuda….pero luego Nora abre los ojos y decide dejarlo, es una obra muy fuerte.” Dichos personajes, cobran vida en un cucharón y un cuchillo, en donde el primero es el más débil y siempre recibe amenazas.
Este unipersonal estrenó en Mexicali, Baja California en el 2004, a manera de boceto, luego cambió la estructura y se presentó formalmente en el Mes Colimense del Teatro 2015. Posteriormente ofreció una temporada en el D.F. en un micro teatro denominado “Un teatro” y ahora concursa en la convocatoria del Festival Nacional de Monólogos 2016 “Teatro a una sola voz”, en espera de resultados. A la par, fue invitada a participar en la muestra de teatro “Entepola” que se desarrollará en septiembre en Venezuela.
Al staff creativo se suman Rogelio Domínguez que en algunas ocasiones acompaña con música en vivo, Adrián Cázares como diseñador y como productora de escenografía Elia Cázares.