AGRADECIMIENTO

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Rincón de la Conciencia

Por José Antonio Valdés Mejía

¿Crees que hoy es solo un día más de tu vida? No es solo un día más. Es el día que se te ha dado hoy. Es un presente y se te ha regalado. Es el único presente que tienes ahora mismo, no hay más presentes que este que estás viviendo. Es la única respuesta adecuada y hay que guardarla con gratitud. Si no haces nada más que cultivar esta respuesta al gran presente que es éste día. Si como si hoy fuera el primer día de tú vida, y el último día de todos, entonces habrás vivido este día muy bien. Empieza por abrir los ojos y sorprenderte de tener ojos y que puedes abrirlos y ver. Es ese increíble sentido de percibir colores que nos ofrecen constantemente y solo disfrutar. Mira el cielo. ¡Miramos tan poco el cielo!

Notamos tan poco cómo cambia de un momento a otro, ¡Nunca es el mismo! Con nubes que van y vienen. No pensamos mucho sobre el clima y en los muchos matices que tiene. Solo pensamos en el mal tiempo o en el mal tiempo. Hoy justo ahora hay un clima único, quizá algo que no volverá a suceder exactamente igual bajo el cielo.

Recuerda que puedes ver y por si fuera poco es gratuito ¡Abre los ojos y míralo! Volvamos al presente. En este momento, en este día. Nuestra gente y también personas de muchos lugares del mundo tienen sus historias que viven desde generaciones sin importar su pasado, hoy fluyen todos juntos y se reúnen con sus grupos al igual que tú, y todos en el mismo tiempo presente, como una gran agua vital, solo tienes que abrir el corazón y beber, beber y disfrutar de tu presente. Abre tu corazón y los increíbles regalos que nos da la civilización. Activas el interruptor y tienes luz eléctrica. Abres el grifo y sale agua potable caliente y fría. Es un regalo que millones y millones en el mundo no podrán experimentar hoy. Hoy mismo tienes un techo, comida, vestido y familia.

Son solo algunos de los muchos regalos a los que podemos abrir nuestro corazón. Así que deseo que abras tu corazón a todas estas bendiciones que provienen de lo alto y deja que fluyan a través de tu vida, que todas las personas a las que conozcas hoy sean bendecidas por ti. Solamente por sus ojos, por su sonrisa, por un apretón de mano. Solo por tu presencia. Deja que la gratitud inunde de bendiciones todo a tu alrededor. Entonces será un día realmente bueno y entonces: ¡Agradece!