ADULANDO EL FUTBOL

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Jorge Martínez|HMXtv|OVACIONES

LA LEALTAD DEL “PIOJO”…

Me queda muy claro que el concepto de lealtad fue parte preponderante en la dieta y en la canasta básica de la familia Herrera Aguirre. A leguas se nota lo bien inculcado, aleccionado e imbuido que tiene dicho juicio el técnico nacional, pues en su más reciente convocatoria para enfrentar mañana a los Estados Unidos, aparecieron nuevamente 7 americanistas pese al mal momento que han vivido durante el Clausura 2014 con Antonio Mohamed.

Se trata de Moisés Muñoz, Miguel Layún, Francisco Javier Rodríguez, Juan Carlos Valenzuela, Juan Carlos Medina, Raúl Jiménez y Paul Aguilar. En ese sentido, sigo pensando como lo he venido manifestando desde hace varias semanas, Aguilar es el único seleccionable en este momento por argumentos futbolísticos presentes y no pasados, pues desde mi perspectiva los otros 6 han bajado su nivel individual y han quedado a deber colectivamente desde que son dirigidos por el argentino.

Sin duda es una muestra de valoración, agradecimiento, justicia, derecho, mérito y hasta de estimación, pero sobresale el verbo ¡Lealtad!; Y no es contradecirme, hace días le cuestionábamos al técnico Tricolor sobre los riesgos de llamar a hombres que no pasan por su mejor momento, refiriéndonos a los de Coapa y él contestó: “Te respondería que esos mismos jugadores dos años fueron los mejores de México, no los conozco de un torneo, hicimos dos años de América el mejor equipo, dos finales, y la segunda final por más que me regañen sigo diciendo que no, los árbitros tuvieron algunas fallas para no conseguir el bicampeonato, entonces sé lo que me puede dar cada uno”.

No es extraño que en México los aficionados como ustedes y como yo, seamos muy dados a adoptar y desechar repentinamente corrientes filosóficas que satisfacen por momentos nuestro pundonor, nuestra suficiencia y vanidad. Por ejemplo: la filosofía del tiempo llamada presentismo, que no es sino la creencia de que únicamente existe el presente, mientras que futuro y pasado son irreales.

Y para ejemplificar lo anterior pongamos de modelo, prototipo y paradigma, el lapidario pero a la vez engañoso 4 a 0 a favor de las Águilas sobre las Chivas, en el Clásico de Clásicos en su edición 216. Al mero estilo del “Piojo” Herrera, todos en su posición, titulares jugando y echándole blanquillos. Juego sucinto y escueto, si consideramos que Guadalajara falló a mares, no contó con todos sus goleadores entre ellos Omar Bravo y Rafael Márquez, hombres acostumbrados a hacerle goles a las Águilas en diferentes clubes, aunado a que Moisés Muñoz Salió inspirado, acertado, clarividente, iluminado, infuso, entusiasmado, sugestionado, genial e intuitivo.

Cotejo engañoso, ilusorio, irreal, capcioso y artificioso, si consideramos que la posesión del balón fue de Chivas en un 63% con mayor número de tiros de esquina y tiros al arco; Sigo creyendo que fue una de las versiones más mediocres en la historia del Clásico de Clásicos, pues ni América es el gran equipo con Mohamed, ni Guadalajara el peor equipo con José Luís Real en la presente campaña.

Es ese orden de ideas, les invito a contestar el siguiente cuestionamiento: ¿es leal un equipo de fútbol con su rival cuando acapara el 63% o más de la posesión del balón y no hace gol? o ¿Hay que ser leal con el rival o hay que intentar humillarlo si se tiene la posibilidad?… ¡Ojo! hablamos de lealtad no de rivalidad.

En esta ocasión me pronuncie a favor de la fidelidad, nobleza, franqueza, amistad, adhesión, cumplimiento, devoción, honradez y observancia de Miguel Ernesto Herrera Aguirre dentro del futbol intuyendo sobre las bases adquiridas en casa para ser lo que ahora es, un hombre agradecido, correcto, firme, justo y leal. Los abogados son leales porque están para defender lo indefendible y ni modo, está dentro de los parámetros de lealtad por ejemplo.

Sé que el antónimo es la traición y más fácil de superponer; pero lealtad es un concepto aplicable a las relaciones tanto amistosas como profesionales entre dos personas o más, y que se puede dar en una dirección, en las dos, o no darse. Pero  en el futbol y en el campo estrictamente profesional-deportivo, puede ser infinitamente remota si consideramos que los directivos le abren primero la puerta a los intereses económicos y después a la justicia, es decir, que todo depende de la situación y el contexto para poder aplicar la lealtad o no en un simple partido de fútbol, ya ni hablar de un torneo o de un Mundial.

Y es que aunque parezca un término fácil de entender y digerir, en la mayoría de las veces nos olvidamos cómo se usa y cómo se aplica en la vida misma. El hambre, el orgullo, la presión, la frustración, la desesperación, el miedo y sobre todo la falta de valores morales, provoca en la mayoría de ocasiones hacernos una constante pregunta: ¿existe tal cosa?, ¿nos interesa?

Yo creo que al “Piojo” sí, y a usted ¿le interesa la lealtad?

“Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima” A.A.G

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