ADULANDO AL FUTBOL

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Jorge Martínez|HMXtv|OVACIONES

¿Un quiropráctico o un curandero para el Tricolor?…

En dos semanas la cintura del Tricolor se quebró y no hay menjurje, remedio o medicina que pueda aliviar ese dolor ruin mata ilusiones y quiebra sueños. La desesperanza se apodera de las aspiraciones, anhelos y deseos, haciéndolo parecer todo miserable al paso de los días.

Con un acontecer cada vez más oscuro y un futbol que no termina por aparecer, el Tricolor sigue su travesía en busca de algo que lo alivie del hechizo o embrujo del cual parece estar sujeto.

Primero Juan Carlos Medina Aragón, después un susto grande con José de Jesús Corona Rodríguez, luego la infausta, inoportuna y desafortunada lesión de Luis Arturo Montes Jiménez y el desasosiego que provocó desvelo a más de uno dentro y fuera de México con la supuesta lesión de Rafael Márquez Álvarez, que quedó en susto afortunadamente.

Y a pesar de las alabanzas, buenos deseos y las sin fin de nobles, francas y bondadosas muestras de aprecio y cariño por parte de todo mundo para el conjunto de Miguel Herrera, no deja de existir un ambiente dudoso, lúgubre, tétrico, funesto y aciago respecto a los próximos compromisos, hoy cuando enfrenten a Bosnia y Herzegovina y el viernes a Portugal… ¿Habrás más lesionados?

Brasil es la parada principal de esta caravana innoble, inicua, ruin y miserable que les ha cobrado facturas extremosas e indolentes con un par de lesiones justo en la cintura del combinado Tricolor. Miguel Herrera ha mandado a llamar para suplir esas ausencias a hombres con características completamente distintas, hombres por las bandas como Miguel Ángel Ponce Briseño y Javier Ignacio Aquino Carmona.

¡Dicen que a falta de pan tortillas! y es verdad, no hay tela de donde cortar en estos momentos, la preocupación surge cuando analizamos que ninguno de estos arietes –Ponce y Aquino- cumplen con los requisitos de centrocampistas visionarios, reparte juegos, contenedores de balón y salpica sapiencia al momento del armado de las jugadas al frente.

Hasta el momento el disparo de larga distancia ha sido la firma del combinado del “piojo”, han existido pocas triangulaciones efectivas, no han aparecido jugadas secretas de pizarrón, solo la banda derecha genera centros al área y las pinceladas individuales están por el momento agotadas.

Observo a muchos hombres desafinados fuera de ritmo y no es su posición, por ejemplo: José Andrés Guardado Hernández, amarrado en el medio campo tratando de abrir brecha a los delanteros cuando se supone, él es un extremo izquierdo; Javier Hernández Balcázar, se nota torpe y en veces hasta ridículo pues siempre acompaña las acciones de gol como media punta, en ocasiones se abre a las bandas para meter centros cuando él es quien debe recibirlos. Oribe no termina de acomodarse en el centro del área de ataque con su otro compañero (Chícharo, Giovanni o Jiménez), siempre terminan estorbándose.

Miguel Herrera se ha empeñado a tratar de quedar bien con cada uno de los jugadores y lo único que logra es quedar mal con todos, algo así como: “no serás titular, pero ya te di chance de jugar un partido”. El “piojo” manifiesta que solo tiene a tres hombres seguros en su cuadro estelar para el arranque contra Camerún, cuando a estas alturas deberían ser tres hombres en duda para iniciar.

Y aunque parezca mentira, esta situación de que Herrera Aguirre aún no presente y no defina al público un cuadro base y mantenga la postura hermética creando incertidumbre, podría seguir provocando más lesionados, pues en cada acción, en cada jugada y en cada oportunidad todos los ilusos se querrán romper las piernas, la cara, la madre y los huesos en busca de una titularidad.

Hoy sigo sintiendo decepción, rabia, tristeza, corajina y furia por la lesión de Montes, pues se jugaba el sueño de su vida, tal vez la disputa a su única final de un mundial de fútbol. El accionar del conjunto desde afuera se ve malo, es un equipo que no termina por gustar y uno de los que más gustaban, hoy es una esperanza perdida.

Un golazo impresionante contra Ecuador quedará marcado durante muchos años en el orgullo de Montes. Una pierna rota es lo que le servirá para recordar que no ha sido un sueño más de tantos otros y que el mundial estuvo cerca… Y unas lágrimas de dolor, de saber que tal vez en un lustro, nunca más tendrá ése sitio que hasta el 31 de mayo de 2014 fue suyo y que había labrado, sembrado y procurado desde hace muchos años, ¡largos años!.

Lamentablemente no pudimos verlo llegar al “Chapito”, el fútbol es así y no lo entendemos muchas veces, como tampoco entendemos cómo se quedaron por el camino Muñoz, de Nigris, Magallón y por qué no, Cuauhtémoc Blanco.

¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!

 

Contacto: [email protected] Twitter: jorgemtzpires