MITOS Y MITOTES

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PRIMERO DE TRES

Mtro. Florencio Llamas Acosta.

Hemos cumplido dos años con 107 colaboraciones semanales de Mitos y Mitotes, por este motivo agradezco a los medios  la oportunidad de publicar y las personas su generosidad para leerme, por todo ello, muchas gracias.

El  pasado 15 de octubre se cumplió el primer año de tres que corresponden al periodo constitucional de los ayuntamientos colimenses. En este lapso las administraciones municipales se han ocupado en la integración, adaptación y aprendizaje de sus tareas municipales. Además, sus esfuerzos los han destinado a resolver los problemas urgentes que heredaron de las administraciones que les precedieron, a solventar demandas de servicios públicos inmediatos acorde a sus posibilidades e intentando borrar a la anterior administración  posicionando su  forma de gobernar.

En este primer año, los ayuntamientos presentaron su plan municipal de desarrollo y empezaron a elaborar los proyectos y programas con los que pretenden distinguir y trascender, por ello, no se observan las obras significativas y relevantes en los municipios, basta con leer las evaluaciones que los propios munícipes han  declarado a los medios de comunicación para darnos cuenta que sólo destacan programas de mantenimiento de servicios públicos,  manejo de la administración  y las formas de ejercer la autoridad.

La crisis financiera, la creciente demanda de servicios públicos, han obligado a hacer ajustes en la nomina, a recortar el gasto social y reducir la inversión en obra pública, sin embargo, pese a la situación crítica, no se observa un esfuerzo por resolver de fondo  las penurias de los gobiernos locales; y sus cabildos intentan solo buscan sobrevivir siguiendo la inercia.

Ya es costumbre que al finalizar el año los ayuntamientos declaren su incapacidad  para enfrentar los compromisos de nomina y pago de proveedores, esperando que el gobierno estatal les resuelva el problema con el adelanto de participaciones. En este sentido, pese a que este es un hecho recurrente y generalizado en todos los municipios, los cabildos no han intentado resolver de forma  estratégica y colectiva este problema.

En la indiferencia, los alcaldes han buscado maximizar sus escasos recursos impulsando políticas públicas de carácter populista que fortalezcan su imagen pública en su propósito de continuar con su carrera política, sin generar proyectos estratégicos que impulsen el desarrollo del municipio,  tal es el caso de Kike Rojas de Villa de Álvarez, Federico Rangel de Colima y Virgilio Mendoza de Manzanillo, que sin grandes acciones han logrado generar una percepción de que están haciendo bien su tarea al frente del los municipios. En menor medida se encuentra Tito Vázquez en Tecomán.

En Cuauhtémoc, Indira Vizcaíno, ante el descontento de la población por su desempeño ha procurado trascender hacia fuera del municipio con acciones escandalosas y asumiendo una postura de confrontación con el ejecutivo del estado. El resto de los alcaldes de los municipios pequeños ni la cabeza logran asomar.

Sin embargo aun restan dos años y esperamos que todos ellos rindan mejores cuentas. ¿O usted cómo lo piensa?

 

 

 

*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.

Correo electrónico: [email protected]

Tweett: @llamasacosta.