Urge parar contagios

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Por MANUEL GODINA VELASCO

Si bien a partir del 18 de marzo, Nacho Peralta se adelantó a las disposiciones del gobierno federal en materia de confinamiento y cierre de negocios no esenciales, restricciones a las que la población durante marzo y abril respondió positivamente, quizá más por el pánico o la psicosis de no enfermase, exagerando la mayor parte de personas las medidas de higiene, precaución, movilidad y otras a que nos vimos obligados a cumplir, a partir de mayo, junio y más en julio, todos estos cuidados se vinieron por la borda.

El fracaso de las autoridades federales en materia de salud ha sido evidente; la cuestionable “normalización” ha servido más para que los incrédulos de la pandemia y los indolentes e irresponsables saturen calles, comercios, restaurantes, pero más bares y cantinas, donde la música a todo volumen y las mesas saturadas de comensales, obliga a los clientes a subir el tono de voz y con ello a esparcir micro gotas de saliva que salpican a los acompañantes.

Estamos de acuerdo en que es injusto seguir extendiendo la reapertura a negocios y comercios su funcionamiento, para permitir el ingreso económico de empleados y propietarios; sí, que se haga, pero bajo una normatividad muy rigurosa, como ya lo hacen supermercados, ferreterías y algunos negocios de abarrotes, donde obligan al cliente a sanitizar calzado, tomar temperatura, aplicación de gel y uso de cubre bocas, entrando solamente una persona.

Si se aplica este rigor y se suspende por 15 días el funcionamiento de bares, cantinas, centros botaneros, gimnasios, playas y centros de entretenimiento, seguramente se podrán frenar visiblemente estos contagios, que ya llegaron a políticos, funcionarios, empresarios y no solo a los derechohabientes del IMSS o a los pobres, sin seguridad social.

Las noticias de ayer donde se dieron a conocer la muerte de Chilo Lepe, de Chema Valencia, el contagio de Indira Vizcaíno y el posible contagio del dirigente priista José Manuel Romero, además de 64 nuevos contagiados en las últimas 24 horas, en especial en Manzanillo, Tecomán Colima y Villa de Álvarez, sumado a los 4 lamentables fallecimientos en un solo día, obligan al gobernador a expedir urgente decreto por riesgo de salud pública, donde no solo se establezca la obligatoriedad del cubre bocas, al salir de casa y hasta en el vehículo en tránsito, que vimos muchos no hacen caso, sino que se imponga fuerte multa o arresto de algunas horas a quien no lo porte.

Nadie puede alegar que no tiene 10 pesos para comprar uno lavable; como ningún comerciante o empresario, por pequeño que sea el negocio o taller, debe permitir la entrada a nadie sin cubre bocas y que ingrese solo. Estos controles deben ejercerlos con todo rigor los inspectores de salubridad, de la Cofespris y los ayuntamientos, con su personal de policía e inspectores de comercios.

Si no se toman estas rigurosas medidas en los próximos 15 días los hospitales se colapsarán, los servicios médicos se saturarán y los crematorios serán insuficientes ante tanto muerto. Es hora de actuar, la sociedad lo exige.