Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- El alcohol ocupa el segundo lugar como droga de impacto o con más capacidad para producir efectos negativos en las usuarias de la Clínica de Atención Residencial en Adicciones femenil, representando el 47 por ciento del total de los casos atendidos. El primer lugar de droga de impacto en CARA para mujeres lo ocupan las anfetaminas y metanfetaminas (pastillas y cristal).
Al reportar lo anterior, la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado dijo que con base en los datos obtenidos de CARA femenil, del total de pacientes ingresadas desde el mes de abril del 2013 (60 usuarias), el 98 % refieren como droga de inicio el alcohol, siendo los 12 años la edad promedio en que tienen su primer contacto con la bebida.
De la misma manera, señaló que se ha observado un claro aumento del consumo de alcohol en la población en general, aunque desde hace 10 años se ha visto un incremento considerable de dicha enfermedad en las mujeres y de la edad en que se inician en el consumo de la bebida.
Entre los principales efectos y consecuencias que el consumo de alcohol tiene en las mujeres, mencionó que se encuentran en primer lugar los físicos, siendo los principales problemas de salud asociados al consumo recurrente del mismo el sangrado en el tubo digestivo, daño a las neuronas, trastorno cerebral llamado síndrome de Wernicke Kosrafoff, cáncer del esófago, hígado, colon y otras áreas, así como daño cardíaco, hipertensión arterial, inflamación del páncreas, enfermedad hepática (cirrosis), daño neurológico e insomnio.
Asimismo, el consumo de alcohol en las mujeres incrementa el riesgo de infecciones de transmisión sexual y violencia. Tomarlo durante el embarazo puede ocasionar anomalías congénitas graves (síndrome de alcoholismo fetal).
Si bien señaló que se encuentran características comunes con el alcoholismo en el hombre, la Secretaría de Salud precisó que existe la presencia de algunos aspectos sociales, culturales que son distintos, toda vez que en las mujeres con frecuencia el alcoholismo se niega y se oculta porque es difícil la aceptación de la enfermedad.
En tal sentido, agregó que el alcoholismo e incluso cualquier otra adicción en mujeres está estigmatizada, y casi siempre se tienen que enfrentar al tabú y a las expectativas sociales que están a su alrededor de ser respetable e íntegra, lo que dificulta el proceso de atención y facilita el avance del padecimiento.
Abundó que como la sociedad en general es más dura con las mujeres, el alcoholismo en éstas es una enfermedad casi secreta, y en la mayoría de los casos con la presencia de culpa y algún trastorno depresivo.
La dependencia estatal dijo que el tratamiento bajo el modelo de Comunidad Terapéutica que se ejecuta en las clínicas de atención residencial de las adicciones en Tecomán y Manzanillo, constituyen una oportunidad de recuperación y reinserción social, familiar y laboral y evita las recaídas en mayor porcentaje.