3D para cines, no gusta en TV

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EL UNIVERSAL

México.- El 3D tuvo sus inicios en la industria del cine. En la década de 1980 ya existía una patente para realizar proyecciones en tercera dimensión. Sin embargo es hasta el 2010 que estas imágenes tridimensionales llegan a los hogares de los usuarios de la mano de marcas como LG, Sony y Panasonic, quienes lanzaron pantallas con esta tecnología como un elemento diferenciador al momento de la compra.

Sin embargo, la respuesta en cuanto a consumo no ha sido tan alentadora; en su año de lanzamiento, cuando deberían de haberse convertido en la sensación, solo se vendieron 3.2 millones de unidades a nivel mundial, de acuerdo con NPD Group, mientras que, por ejemplo, en 2013 se vendieron 76 millones Smart TV’s (televisores que se conectan a Internet), según Strategy Analytics.

El aparente fracaso se debe, según especialistas, a varios factores como los altos costos, la falta de contenidos en este formato y la incomodidad del uso de gafas.

Antonio Hidalgo, vicepresidente de Ventas de Home Entertainment LG, señala que existen dos tipos de tecnología 3D, la pasiva y la activa. Según el ejecutivo, “uno de los principales motivos por el cual los televisores 3D no logran consolidarse es que la mayoría de las marcas no han mudado al modo pasivo, que emplea lentes más ligeros, económicos (100 pesos) y que no requieren recarga de baterías”. Destacó que los elementos del 3D activo no son tan amigables, ya que las gafas son caras (mil pesos) y usan baterías que deben recargarse.

En 2013, empresas de contenidos como ESPN y la BBC dejaron de transmitir en este formato debido a la falta de interés de los usuarios.