Diario de un Centenials.
Por: Consuelo Araujo.
El pasado lunes 24 de agosto, arrancó el ciclo escolar 2020-2021 de manera virtual. Alrededor de más de 26 millones de estudiantes de educación básica, de escuelas públicas y privadas, iniciaron clases en esta nueva modalidad. Lo anterior representa un gran reto para todos los actores educativos (incluyendo a padres de familia), donde se necesita un trabajo colaborativo para lograr buenos resultados en los educandos.
Niños, niñas y adolescentes de diversos planteles educativos se hacen presentes en sus horarios de clase a través de plataformas digitales tales como classroom, Gmail, google meet, zoom, hangouts, vía whatsapp, llamadas telefónicas, programas de televisión, etc., las cuales permiten un acercamiento con sus maestros titulares para la realización de actividades, día con día, de acuerdo a su nivel. Sin embargo, estas herramientas están siendo utilizadas con mayor facilidad por aquellos alumnos que se encuentran con mayor posibilidad económica y que tienen la oportunidad de contar con algún dispositivo móvil para acceder a internet.
Me he dado cuenta, que la estrategia de trabajo a distancia es más efectiva cuando se tienen los recursos necesarios como internet, teléfono celular, computadora, tablet, televisión, etc. Ya que permiten explorar más a fondo temas de interés, para que los niños amplíen sus conocimientos y tengan un seguimiento de los saberes adquiridos con sus maestros. Infortunadamente, no todos tienen las mismas posibilidades económicas para trabajar de manera virtual y eso provoca que cierto número de estudiantes se encuentren en desventaja para aprender. Según datos del INEGI, sólo 45 por ciento de los hogares mexicanos cuentan con una computadora, mientras que 48 por ciento no tiene internet. Considero, que este regreso a clases refleja los dos Méxicos que existen y lo mucho que se necesita avanzar en el uso de las TICS.
Para los maestros implica un reto, que las actividades que dejan en línea lleguen a todos sus alumnos, las realicen (tomando en cuenta que todo sea sin salir de casa) y que, por último, las envíen para poder evaluarlas. Por ello, los maestros deben de buscar que su forma de trabajo sea igual para todos sin importar si cuentan o no con los recursos necesarios para trabajar por medio de las plataformas o por el medio que ellos tengan a su alcance.
Es evidente, que la educación en México se ha visto forzada a evolucionar en su forma de enseñar y salir de las pedagogías anteriores que se vivían en los salones de clases. Es difícil precisar qué tan efectiva puede ser esta nueva modalidad, pero lo que sí, es una manera de dar solución inmediata para que profesores y alumnos continúen educando y educándose.
Felicito a todos los maestros, que previo al regreso a clases, se encontraban tomando cursos de capacitación para que todo saliera de la mejor forma, y ahora se encuentran impartiendo sus clases con todo el esmero posible, para que sus alumnos puedan aprender, haciendo posible, lo que para otros podrían considerar imposible, y así nadie se quede sin esta “educación a distancia”. Enhorabuena.