2021, Elección de Acuerdos, no de Alianzas – Este Día, Claro que sí Mando mis Postdatas

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Punto (.) Rojo

Por: J. Baldomero Díaz Gaytán

Federico Rangel Lozano fue, en el sexenio pasado, una de las perlas más preciadas de la cantera política del exgobernador Mario Anguiano Moreno. Fue secretario de Educación, fue presidente municipal de Colima y fue, hasta la noche del 30 de enero del 2015, el candidato del régimen Anguianista para tratar de conservar, como grupo político, la sala oval de la Casa de Gobierno de la Calzada Galván.

Todos sabemos el resto de la historia: El Comité Ejecutivo Nacional del PRI, por instrucciones de Enrique Peña Nieto, designó a José Ignacio Peralta Sánchez como candidato a la gubernatura, el maestro Federico ocupó el cargo de presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor y, como era de esperarse, a la mañana siguiente de que Peralta tomó protesta como depositario del Poder Ejecutivo, una de las primeras decisiones fue enviar al ostracismo político a Rangel, quien había sido su competidor en la lucha por la candidatura del PRI.

Y el martes por la mañana, Federico Rangel posteó lo siguiente en su cuenta de redes sociales: “Tener claro lo que se quiere, resulta clave en la vida. Sin duda alguna, quiero continuar esforzándome y sirviendo a Colima, mi estado natal, tierra a la que amo y respeto. Hasta ahora mi desempeño se ha enmarcado en el Partido Revolucionario Institucional; sin embargo, admito que las condiciones actuales, no contribuyen a mi permanencia en él. Por ello, he decidido considerar otros horizontes en donde pueda seguir trabajando con todos los ciudadanos para construir un mejor Colima”, dice, textual, el comunicado.

Federico Rangel es una figura de la política colimense. Fue un fuerte precandidato a la gubernatura y su salida de las filas del Revolucionario Institucional ha despertado la ambición de otros partidos políticos, concretamente Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista y Nueva Alianza, quienes ven a “Fede” como un imán generador de votos para las elecciones del primer domingo de julio del 2021.

Pero, más allá del impacto de la renuncia de Federico Rangel al PRI, su decisión ha desnudado en buena medida lo que viene: La elección de julio del 2021 podría no decidirse por las alianzas entre los partidos políticos y sí, en cambio, podría definirse por los acuerdos personales que pacten los diferentes actores políticos. En el Colima de nuestros días, los dueños de las estructuras electorales no son los partidos, son los activos políticos. Y por eso, son muchos los análisis que se están elaborando para definir cuál es el valor, en votos, que tienen cada uno de los protagonistas políticos de Colima.

¿Cuántos votos tiene en su cartera electoral el gobernador José Ignacio Peralta?, ¿cuántos son los seguidores que aún conserva Fernando Moreno Peña?, ¿cuántos son los ciudadanos que no han olvidado a Mario Anguiano?, ¿cuántos sufragios aportará el rector Eduardo Hernández Nava en un proceso electoral?, ¿cuántos votos puede generar en una contienda Leoncio Morán?, ¿cuántos seguirán a Felipe Cruz en el 2021?, ¿cuál será el número de votantes que apoyan a Virgilio Mendoza?, ¿cuántos colimenses ven con buenos ojos el proyecto político personal de Gabriela Benavides Cobos?

Y las preguntas siguen: ¿cuál es el valor electoral de Javier Pinto Torres?, ¿cuántas simpatías en relación con el 2015 conserva Jorge Luis Preciado?, ¿se mantiene Pedro Peralta Rivas como el mejor operador político que tenemos en Colima?, ¿cuántos votos conserva Itzel Ríos de la Mora como la representante legítima del Silverismo?, ¿cuántos seguidores tiene realmente Joel Padilla como líder del PT?, ¿y Nabor Ochoa López cuál será el capital que conserva en el municipio de Manzanillo?, ¿a cuántos asciende el número de seguidores que le siguen siendo leales al independiente Carlos Arellano?, ¿cuál es el valor, en votos, de la súper delegada Indira Vizcaíno Silva?, ¿cuántos aliados tendría César Yáñez si decide venir como candidato a la gubernatura de Colima?, ¿y Griselda Martínez cómo mantiene sus índices de popularidad en el puerto?, ¿Claudia Yáñez tiene números para pensar en ser gobernadora?, ¿y aparte de las cúpulas del PRI, cuántos ciudadanos ven con buenos ojos el proyecto de Mario Delgado?

Y las preguntas bases se complementan con preguntas colaterales: ¿Cuántos votos generaría un tridente Virgilio – Locho – Nabor?, ¿cuántos votos le aportaría Rogelio Rueda al proyecto de Indira Vizcaíno?, ¿cuántas simpatías genera una alianza Ignacio Peralta – Mario Delgado?, ¿podría un pacto Locho – Jorge Luis – Virgilio ganar la gubernatura?

No hay que hacernos bolas, la renuncia de Federico Rangel al PRI desnudó lo que veremos en Colima en los próximos meses: Los acuerdos entre actores políticos estarán por encima de las alianzas entre partidos políticos. Y es que, queda claro, nadie quiere cargar con el desprestigio de las marcas de los partidos. Y nadie es nadie.

MIS POSTDATAS DE ESTE DIA

P. D. 1.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de anunciar que pondrá a los cárteles mexicanos la etiqueta de organizaciones terroristas. No hay ninguna duda, la intromisión de EU en México será el principal tema de campaña en el proyecto reeleccionista del presidente Trump.

Y ni una línea más.