VENTANA POLÍTICA
Por: Guillermo Montelón Nava
Ante la incertidumbre y desconfianza que han generado las reformas que impulsa la 4T entre los inversionistas nacionales y extranjeros, la presidente Claudia Sheinbaum busca frenar la paulatina caída del peso y ofrecer, de palabra, garantías del gobierno para que las grandes empresas se decidan a invertir. Por ello con la atingencia del Secretario de Economía Marcelo Ebrard se preparó la reunión con los principales CEOS de por lo menos 45 grupos empresariales, tanto nacionales como extranjeros.
Fue una reunión que, en principio deja mal parado al gobierno en cuanto a planeación y organización, pues lo primero que los empresarios vieron, tanto al llegar como al salir de palacio fue una manifestación de los trabajadores del poder judicial que siguen exigiendo respeto a la separación de poderes, a la carrera judicial y a la autonomía de los juzgadores. De hecho muchos de los empresarios tuvieron problemas para entrar pero sobre todo para salir de palacio, así que la imagen que México da al mundo con una tómbola para seleccionar a quienes podrían participar en la elección de juzgadores, resulta grotesca y vergonzosa.
Por supuesto, los empresarios no tuvieron empacho en ofrecer o reiterar el compromiso de seguir invirtiendo en México y la presidente, con tono triunfalista dice que la reforma al poder judicial no afectará la inversión extranjera y que se tendrá una inversión de por lo menos 20 mil millones de dólares, según lo ofrecido por los empresarios. Además, Marcelo Ebrard reitera que la Reforma al poder judicial es algo que el propio gobierno de la Unión Americana deseaba y esperaba. Lo que no dice es que no es esta reforma a modo, sino una verdadera, profunda y de gran alcance que es la que se requiere, pero sin violar el orden constitucional que establece la separación de poderes.
Lo que vemos pues con esta maniobra es otra más de las mentiras de la 4T para dar atole con el dedo a los ilusos que creen en Morena, pues en honor a la verdad no se trata de inversiones nuevas. De hecho es apenas la ratificación de proyectos que se anunciaron desde el 2023, pero de los cuales no se ha invertido ni un solo dólar, o su equivalente en pesos.
Lo que podemos decir de esa reunión es que los empresarios le jugaron el dedo en la boca a la presidenta y ella lo sabe, pero lo que le interesa es hacer creer a los mexicanos de que la reforma judicial no afectará el avance económico del país, cuando la realidad es muy diferente y así como Elon Musk dijo que iba a construir una gran planta de autos Tesla en Monterrey y luego dijo que siempre no, así tenemos empresas como Amazon, Royal Caribean, Sahara, o la empresa México Pacific que desde el 2023 se comprometió a construir un gasoducto desde Texas hasta Puerto Libertad en Sonora, con un paquete de inversión de casi 15 mil millones de dólares de los cuales no ha invertido un solo peso. También se habló de un proyecto de inversión de una empresa australiana en asociación con PEMEX de más de 10 mil millones de dólares anunciado desde el mismo año 2023, pero tampoco se ha invertido un solo peso. En suma solo se trata de proyectos que ya existían, salvo el de Royal Caribean que sí es nuevo y que según se dijo, se trata de una inversión de más de mil 500 millones de dólares para crear un complejo recreativo en la zona de Majahual, cerca de Cancún. Veremos si se concreta o solo queda en promesa como los otros.
Desde luego, es bueno que el gobierno federal promueva la inversión extranjera, pero no basta el discurso o las promesas de garantías. La certeza jurídica debe estar en las leyes, en instituciones fuertes, sólidas y en el orden constitucional, no con reformas que solo generan desconfianza y que desde la integración del poder legislativo ha dado muestras de autoritarismo, concentración del poder y de nulo respeto a la Constitución.
Claudia Sabe que su administración enfrentará una severa crisis financiera el próximo año y que ciertamente se requiere de más inversión, no solo para generar empleos, sino para mejorar la recaudación fiscal y para mantener la estabilidad económica; lamentablemente, mientras no se sacuda la influencia de AMLO a quien se empeña en imitar, México no podrá salir delante de esta crisis constitucional y de la debacle económica que se avecina a partir del déficit fiscal y del endeudamiento de más de 9 billones de pesos que le dejó su antecesor. Si a eso le agregamos los problemas de inseguridad y violencia, no veo por qué empecinarse en continuar con una línea obradorista de ocurrencias y caprichos.
*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.