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México.- Cada vez en las calles vemos más niños obesos sentados frente al televisor, en los colegios, caminando en la calle con dificultad, lo que siento que es un llamado de atención para todos nosotros que somos padres de niños pequeños. Después de todo, somos nosotros y no ellos quienes les otorgamos los alimentos a diario.
Yo entiendo que cada vez el ritmo de vida es más acelerado, por lo que las comidas son cada vez más rápidas, tanto en su proceso, como en su ejecución, pero creo firmemente que si tomamos unas horas de un día a la semana podemos cambiar esta triste realidad y, al hacerlo, también crearemos autoestimas elevadas, las que construirán niños aún más felices de lo que hoy son.
Conversando con mi familia de esta situación, recibí los siguientes consejos por parte de las mujeres de mi familia. Estos consejos han sido heredados de generación en generación y espero que hoy puedan serte útiles para ti.
1. Clasifica la verdura. Compra verduras frescas y cuando llegues a casa, lávalas y sepáralas en diferentes potes (pocillos, bolsas, bowl) con la porción que necesitas para preparar comida para toda la familia.
2. Almácigo de especias. Cultiva almácigos de menta, toronjil, orégano o lo que más te guste para sazonar. Pueden servirte en alguna receta y por lo demás frescos son más sabrosos y sanos que comprados en supermercados, además son económicos y no necesitan mayor cuidado.
3. Preparar masa y congelarla. Cuando hagas masa para hacer galletas, agrega más ingredientes y luego divídela, congela una parte y podrás utilizarla fácilmente la próxima vez.
4. Aprovecha la fruta muy madura. Al tener fruta madura, hazla jugos naturales o mezcla con leche, quedan batidos diferentes y ricos en aportes nutricionales.
5. Tener verdura preparada. Lava las hojas de lechuga, repollo o la verdura que más te guste y ponlas en el refrigerador en algún pocillo (pote, bowl) que sea útil, de esta manera, se mantienen frescas y no se pasan de olor. Estarán listas para cuando en la noche llegues del trabajo podrás tomarlos y picarlos sin mayor dificultad, si es que no las dejaste listas para servir.
6. Educación alimentaria y nutricional para tus hijos. Enseña a tus hijos que hay comidas saludables y otros que deben ser consumidos ocasionalmente, mantén fruta fresca siempre a la mano y no compres chatarra, se acostumbrarán y crearán un hábito saludable.
7. El fin de semana invítalos a cocinar contigo. Tus hijos lo harán gustosos, fortalecerán vínculos y de paso aprenderán el valor del trabajo en familia.
8. Huerto familiar. Si puedes, haz tu propio huerto o jardín de verduras, puedes incluso hacerlas reciclando, el sabor de los alimentos cambia totalmente al ser cosechado por nosotros mismos.
Creo que la responsabilidad de criar niños con mayor conciencia de la importancia de tener una vida saludable, sólo nos corresponde a nosotros los adultos. Debemos otorgarle mayor importancia al bienestar que a la rapidez para preparar platos rápidos con comidas poco saludables que sólo van aumentando día a día los índices de colesterol, el peso y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, entre otras tantas que ya se instalaron en el vocabulario diario de muchas personas que por no tomar la firme decisión de seguir un estilo de vida sano hoy se lamentan por no haberlo hecho.
Por: Camila Gómez