¡Vaya, valla!

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Por: Francisco Pérez Medina

No hay otra forma de emitir sorpresa por el movimiento de mujeres hacia el gobierno federal en turno sobre lo que decidieron desde el Palacio, los han acorralado. No es metáfora, sino realidad en un hecho sin precedentes en donde despacha el presidente. Los historiadores coinciden en que, ni siquiera en tiempo de guerras, se había puesto vallas perimetrales que impidieran el acceso.

Pero no fue puesta contra un enemigo; no que se sepa. Se colocaron contra la sociedad, contra el pueblo, contra las mujeres que han incrementado su inconformidad por no tener canales de comunicación, ni políticas públicas eficientes que atiendan sus sentidas demandas: seguridad hacia su integridad.

Al contrario, han venido sucediendo decisiones que confirma que, el gobierno actual, no desea escucharlas. Incluso, durante las mañaneras ya les dijeron “fifís”, “conservadoras”, “de derecha”, “neoliberales” y toda clase de calificativos que, antes que mermar su inconformidad, han venido incrementándolas.

En un infortunado desliz, el presidente, expresó una frase que le acompañará en la historia ante el movimiento de las damas que exigían retirar la candidatura a un senador de su mismo partido que está ungido por él como candidato al gobierno de Guerrero: “ya chole”. Así como lo lee. Expresó esta frase de hartazgo ante la insistencia de las periodistas, quienes le preguntaban sobre el movimiento que le pedía su intervención para evitar que, un presunto violador, contendiera como candidato.

No fue la única expresión que confirma su visión ante el movimiento feminista. El día de ayer, en la mañanera, expresó que nunca más iba a contestar sobre ese tema. Que él sabía que eran “politiquerías”. Es decir, las víctimas no tienen credibilidad al estar influenciadas por factores de carácter electoral. Y, para que no haya duda de lo que dice su creencia sobre las mujeres, quienes se dicen feministas dentro de su gabinete, durante el evento conmemorativo, expresaron su apoyo patriarcal a coro diciendo “es un honor, estar con Obrador”.

Definitivamente no ha podido ni podrá comprender la exigencia. Se ha encerrado en sus creencias de que todo se trata de él; que el movimiento surgió para combatir a su gobierno desde las esferas de una oposición imaginaria en la que o estás con él o estás en su contra. De eso se trata el movimiento según su visión. Es un choque generacional en el que no cuadra su visión con la exigencia del pueblo que le demanda la protección ante los agravios de una sociedad machista que él representa en su máxima expresión.

El punto de inflexión ha comenzado. El presidente se niega a escuchar, se niega a atender, se niega a ceder, se niega así mismo la oportunidad de comprender a su pueblo bueno que le exige protección. No como una dádiva, sino como un derecho a los agravios cometidos contra ellas desde una sociedad que exige gobernantes inclusivos y sensibles. Parece que la frase juvenil expresada en los memes adquiere otra dimensión. Así, el ¡vaia vaia! Se grita desde fuera de Palacio Nacional con un ¡vaya, valla!

Salida

1.- Dice la jefa de gobierno que no hubo gases ni represión durante la marcha del 8M. Usted que vio las imágenes en televisión o en redes sociales, ¿le cree?

2.- Lo bueno: por fin se aceptó que no hay abasto de medicamentos por parte del gobierno federal para niños con cáncer; lo malo: dicen que utilizan a los niños con este terrible padecimiento para afectar a su gobierno; lo feo: no tienen fecha de adquisición que les permita atenderlos.

3. Una frase que debe tallarse en piedra para que no se olvide “les sembraron miedo, a ellas les crecieron alas”. Luego de la colocación de las vallas, las utilizaron escribiendo el nombre de cada una de las mujeres desaparecidas, violentadas o asesinadas. Si aún así, no logran entender su reclamo, será en las urnas, cuando les hagan saber su verdadero poder.