¿Vasir o no vasir?

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Por: Francisco Jesús Pérez Medina.

Mañana, será la sesión solemne que está convocando el Senado de la República para hacer la entrega de la Medalla Belisario Domínguez a la líder social de las izquierdas, Ifigenia Martínez Hernández, amiga personal y de luchas durante décadas del presidente de la república, quien fue postulada por el propio Senado para recibirla por sus aportaciones a la vida diplomática, política y social de México que contó con el respaldo de las bancadas de manera unánime.   

Será un merecido reconocimiento por una trayectoria impecable en el ámbito académico, en el servicio público, como representante popular y por asumir, dignamente, encargos diplomáticos de nuestro país ante organismos internacionales. Su tenacidad e inteligencia, le permitió, como mujer, ser pionera en muchos ámbitos cerrados, hasta entonces, para ellas y que, ahora, gozan de una mayor apertura, precisamente, por su atrevimiento al desafío una sociedad machista demostrándolo con profesionalismo, firmeza y argumentos que no debe permitirse jamás su retorno.

Esta condecoración, tendrá una incomprensible abolladura si se concreta la advertencia del titular del ejecutivo de no asistir al Senado para entregarla personalmente. El argumento no podría ser peor: temor a una mujer. La Senadora Lily Téllez, se ha atrevido, al igual que la homenajeada, a combatir los excesos del poder, los prejuicios machistas, los embates del Estado, los calificativos misóginos y señalar los errores del actual gobierno con valentía.

El argumento para no acudir, tampoco le ayuda mucho: teme que le falten el respeto. Leyó bien, la decisión de no asistir a sus compromisos, que asumió como titular del poder ejecutivo, es porque argumenta que “una Senadora del bloque opositor está provocando que se me falte al respeto” cuando acudiera al Senado y tiene miedo de que se lastime la investidura presidencial; cosa curiosa, es el sitio por antonomasia en el que se debate y se le permite defenderse, sí así lo desea o si tiene argumentos, en caso de que se le hagan señalamientos. Por eso prefiere ausentarse, para no escuchar lo que su ego no quiere oír y para que no le expresen lo que él hace todos los días contra sus adversarios.  

Lea el tuit que expuso la Senadora en su cuenta personal y saque sus propias conclusiones: “El violador serial de la Constitución, el señor presidente López Obrador, vendrá al Senado la próxima semana. Es preciso hacerle frente” [Téllez, 03-10-2021, @LillyTellez]. No crea, estimado lector, que hay más twitt´s o hizo algún pronunciamiento extra sostenga el argumento del presidente, es todo lo que escribió y fue en lo que fundó su argumento para excusarse de su ausencia.

Los “detentes”                 que dice el presidente poseer para enfrentarse a todas las adversidades que se le presenten, parece que carecen de efectividad ante el más insospechado enemigo: una mujer. Lamentable que llegue a concretarse el no acompañar a su amiga de batallas a recibir tan merecido reconocimiento, por miedo a otra mujer que se ha atrevido a lo que la homenajeada hizo en su momento y lo que el hombre de la medalla, Belisario Domínguez, también: enfrentarse al poder de la dictadura de Victoriano Huerta. Aunque ya expresó durante muchas ocasiones su determinación, la gran duda, permanece ¿vasir o no vasir al Senado?

 Salida

1.- Hablando de esta ausencia, hay quienes han encontrado otro motivo para no acudir a la sesión del Senado: levantarle la mano al Senador incómodo como lo hizo una semana previa con la preferida en recorrido por la ciudad que gobierna.   

2.- Y ya que estamos en la controversial sesión, hubo una única petición de la fracción opositora: que no acuda el Dr. López-Gatell. El argumento: 279,894 mexicanos fallecidos por Covid.

3.- Sigue la embestida contra la academia. El día de ayer, fue despedido el Dr. Alejandro Madrazo, Director del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE) región centro por “perdida de confianza”, al manifestar éste, en un video, el respaldo a sus colegas académicos contra la persecución que han emprendido la Directora del CONACYT y del Fiscal General de la República. A ese paso, no van a tolerar una visión distinta como en la época del oscurantismo.