Vacunas no se relacionan con Autismo: Investigador

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*Roberto Sáenz participó en el Programa “Miércoles de Ciencia”, que realiza la UdeC.

Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-   ¿Cómo sabe el sector salud el comportamiento de enfermedades como Influenza y Sarampión? ¿Cómo sabe cuándo aplicar las vacunas y qué tan fuerte ha sido la respuesta? Sobre este tema habló el investigador de la Facultad de Ciencias, Roberto Sáenz Casas, en el Programa “Miércoles de Ciencia”, que organiza la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad de Colima.

Durante su conferencia “Las matemáticas de las vacunas”, Sáenz Casas dijo que uno de los objetivos de los modelos matemáticos es explicar no sólo lo que se observa, “sino ir más allá, hacer predicciones y explicar lo que no vemos; incluso tratar de evaluarlo”, dijo.

De acuerdo con el investigador, los modelos matemáticos pueden sugerir lo que pasa durante una epidemia y cómo podría gradualmente erradicarse; es decir, “conociendo el presente se puede estimar el ritmo en que la enfermedad se propaga, el porcentaje de la población que debe vacunarse y el número de muertes que se pueden evitar gracias a las campañas de vacunación. Por ejemplo, se espera evitar, en la década 2011-2020, 23.3 millones de muertes por medio de las vacunas”.

Dichos modelos, insistió Roberto Sáenz, ayudan a conocer qué porcentaje de población debe vacunarse, ya que se pude detener un brote epidémico sin tener que vacunar a toda la gente. A este proceso, dijo, se le llama inmunidad colectiva: “Si no hay nadie protegido, la población eventualmente se va contagiar, pero si tenemos personas vacunadas e introducimos personas no vacunadas, es menos probable que se propague una enfermedad”, aclaró.

Por ejemplo, “la Polio está muy cerca de erradicarse y esto indica que el mínimo de vacunación tiene que estar entre el 80 y 86 por ciento; con el Sarampión, que es una de las enfermedades más contagiosas, el porcentaje de vacunación que se necesita es del 94 de la población mundial; en cambio, para la Influenza se estima que entre 50 y 75 por ciento se tiene que vacunar”, comentó.

Sin embargo, explicó que existen los movimientos anti vacunas, los cuales aseguran que vacunarse tiene efectos secundarios como el autismo: “A finales de los 80, un médico británico publicó un artículo que decía que la vacuna para el sarampión causaba autismo, lo que tuvo efecto inmediato: la gente ya no se quiso vacunar”, contó.

“Pero no pasó mucho tiempo para que quedara claro que este científico había cometido fraude académico: lo que había reportado era totalmente falso. Se supo que había patentado otra vacuna contra el sarampión y que quería que los medios oficiales cambiaran la existente por la suya. Esta asociación de vacunas con autismo, por sarampión, ha sido muy estudiada desde hace 30 años y nunca se ha encontrado relación. Podemos asegurar que las vacunas no están relacionadas con autismo”, agregó.

Si bien es cierto, dijo el investigador, “que todos estamos en el derecho de decidir si nos vacunamos o no, tenemos que regresar a la idea de inmunidad colectiva, pues no es una decisión personal que una enfermedad se propague o no. Todos debemos protegernos”.

Por último, compartió que la Influenza es un virus que está en constante mutación, por lo que es importante protegerse cada año: “La cepa de virus que vimos el año pasado probablemente sea distinta a la que veremos el siguiente invierno; por lo tanto, estaremos parcialmente protegidos”, concluyó.