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Crimen, odio y salud mental
El 3 de agosto de 2019, Patrick Crusius, un joven de 21 años, perpetró uno de los tiroteos masivos más brutales contra la comunidad hispana en Estados Unidos, asesinando a 23 personas en un Walmart de El Paso, Texas. El ataque, motivado por un manifiesto racista que hablaba de una “invasión hispana“, fue clasificado como terrorismo doméstico 11.
Durante su condena en 2025, su defensa alegó que Crusius padecía trastorno esquizoafectivo, una condición que combina psicosis (delirios, alucinaciones) con alteraciones del ánimo (depresión o manía) 610. Este diagnóstico reavivó el debate sobre la relación entre violencia, enfermedades mentales y extremismo ideológico, en un caso donde el odio racial y la salud mental se entrelazaron trágicamente.
El trastorno esquizoafectivo y la esquizofrenia son dos condiciones de salud mental que suelen confundirse debido a sus síntomas similares, pero presentan diferencias importantes en su diagnóstico, evolución y tratamiento.
Síntomas y Características
La esquizofrenia se caracteriza principalmente por síntomas psicóticos persistentes, como alucinaciones (oír o ver cosas que no existen), delirios (creencias falsas) y pensamiento desorganizado. Estos síntomas afectan la percepción de la realidad y pueden dificultar el funcionamiento diario.
En cambio, el trastorno esquizoafectivo combina estos síntomas psicóticos con alteraciones del estado de ánimo, similares a los del trastorno bipolar o la depresión mayor. Esto significa que, además de sufrir alucinaciones o delirios, la persona experimenta episodios maníacos (euforia excesiva, hiperactividad) o depresivos (tristeza profunda, falta de energía).
Duración y Diagnóstico
Para diagnosticar esquizofrenia, los síntomas psicóticos deben estar presentes durante al menos seis meses, sin una causa médica o por consumo de sustancias. En el trastorno esquizoafectivo, además de los síntomas psicóticos, deben aparecer episodios de alteración del ánimo durante un periodo significativo, ya sea antes, durante o después de la fase psicótica.
Pronóstico y Tratamiento
El trastorno esquizoafectivo suele tener un mejor pronóstico que la esquizofrenia, ya que los cambios en el estado de ánimo pueden responder bien a estabilizadores (como el litio) o antidepresivos. En ambos casos, se usan antipsicóticos para controlar los síntomas psicóticos, pero en el esquizoafectivo el tratamiento suele ser más combinado.
La esquizofrenia, en cambio, suele requerir un manejo más prolongado y puede generar mayor deterioro cognitivo y social con el tiempo. Sin embargo, con terapia y medicación adecuada, muchas personas logran estabilizarse.
Aunque ambas condiciones comparten la psicosis, el trastorno esquizoafectivo incluye alteraciones del ánimo, lo que lo acerca más a los trastornos bipolares. Un diagnóstico preciso es clave para un tratamiento efectivo. Si hay sospecha de alguno de estos trastornos, es fundamental buscar ayuda psiquiátrica especializada.
Con información de Imagen Radio