TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Anticipadamente solicité mi ingreso al H. Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Colima. Por ser miembro de Cruz Roja, me daban oportunidad de participar de vez en cuando, bajo la supervisión del encargado de guardia, por ese entonces el cuartel estaba en Nigromante equina con Manuel Álvarez. Justamente el día que cumplí 18 años me tocó hacer guardia nocturna, era un martes y previamente hablé con mi madre para enterarla, pues en contra de su voluntad me había dado de alta.

Aun cuando no estuvo de acuerdo, aceptó mi ingreso con una serie de recomendaciones en torno a mi seguridad.

Desde situaciones sencillas hasta incendios críticos, viví plenamente y a la par, mi aprendizaje en ambas instituciones de servicio. Estuve ahí cuando la gobernadora Griselda Álvarez entregó a los bomberos de Colima, un espacio digno para servir a la sociedad. (Emilio Carranza 550) corría el año de 1982 y la Licda. Griselda Álvarez adicionó un regalo mas ese día, pues consideró un aumento en el presupuesto asignado. Continuó su discurso tomando por sorpresa a los apolíticos bomberos, al día siguiente Esteban Cortes Rojas, periodista, señalaría que “Los bomberos de Colima no saben aplaudir.” Hoy los bomberos no tienen casa propia, alguien se las quitó y nadie dijo nada ¿O sí?

Apasionante, pleno de acción y anécdotas varias, era un servicio en las instituciones hermanas. La mayoría estábamos de servicio en Cruz Roja y Bomberos, solo difería el día de guardia. La coperacha en ambas casas, era el pan nuestro de cada día, una vez que nos poníamos de acuerdo en los alimentos a digerir, aportábamos para comprar lo necesario. La convivencia implicaba, llegando a guardia, distribución de responsabilidades, aseo, revisión de unidades, preparación de equipo, práctica, etc. La cena, era la cereza del pastel.

Correspondió al Lic. Silverio Cavazos Ceballos, poner en marcha las dos nuevas subestaciones, una en la zona oriente inaugurada en el 2008, misma que lleva por nombre teniente Agustín Paredes Fernández y otra en la zona sur que lleva por nombre Capitán Simón Anguiano Ibáñez, el primer cuartel, aun cuando ya no existe, lleva el nombre de Melchor Ursúa Quiroz, imposible hablar de Bomberos y Cruz Roja, sin mencionar su nombre, pues entregó su vida al servicio.

Quiero destacar que además del gobierno estatal, muchas son las empresas y particulares que han contribuido para la creación y subsistencia de los bomberos.

Desde hace algunos años, los Bomberos cuentan con una academia de capacitación y de ella han egresado varias generaciones de hombres y mujeres valiosos con gran espíritu de servicio y previamente seleccionados con grado de excelencia. Desde estas líneas envío un saludo cordial con mi reconocimiento a quienes han entregado su tiempo, su experiencia y vocación, para servir a los colimenses. Con carencias, litigios, y sin casa legalmente, los bomberos siguen enfrentando el fuego del olvido y a veces de la prepotencia.

ABUELITAS:

¿Será posible que el H. ayuntamiento de Colima, oriente a los recolectores de basura nocturna, sobre normas sanas de urbanidad? El comentario es porque quienes conducen lo olorosos camiones, de manera continua obstruyen no solo el paso, sino las esquinas y cruces de calle. Deteniendo literalmente el tráfico y generando con ello incomodidad y pérdida de tiempo, además de una buena perfumada. Es cuánto.