TONALTEPETL

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 Por: Gustavo L. Solórzano

En el año de 1859 en Solferino, comunidad de Italia, se libró una cruenta batalla en la que murieron muchas personas y se multiplicaron por miles los heridos, sin que nadie los atendiera; a ningún bando.

Es ahí en donde aparece por primera vez Juan Enrique Dunant, como fiel testigo de la crueldad humana. Auxiliando sin distinción a los caídos de ambas tropas, al darse cuenta de la barbarie, la circunstancia vivida le inspiró para crear el Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Es necesario reconocer que Dunant realizó gestiones ante líderes políticos en busca de medidas de protección en favor de las víctimas de la guerra. Sus dos ideas principales eran la formulación de un tratado que obligase a los ejércitos a prestar asistencia a todos los soldados heridos y la fundación de Sociedades Nacionales que ayudaran a los servicios sanitarios de los ejércitos.

En México, derivado de serias inundaciones que afectaron a mas del 50 por ciento de la población en Monterrey, fue enviada una brigada de auxilio, misma que iba coordinada por el Dr. Fernando López y su esposa Luz Erendida González de López, realizando un arduo trabajo en bien de la ciudadanía. Por su parte, el general Porfirio Díaz Mori, expidió el decreto número 401, con fecha 21 de febrero de 1910, por el cual reconoce oficialmente la creación de la Cruz Roja Mexicana. Quedando como su fundadora, Luz González Cosío de López.

En Colima desde el año de 1929 los médicos Benjamín Solorzano y Miguel Galindo, son considerados los fundadores de Cruz Roja, 1929, 1932, 1941 y 1959, son fechas trágicas para nuestro estado. Figura también el nombre de Jorge Tratt Asam y de Porfirio López Larios, como socorrista. Naturalmente fueron mas personas las que participaron en diferentes fechas, solo menciono algunos como ejemplo. A los anteriores se fueron sumando muchos más, pecaría de injusto si menciono a unos y omito a otros. Todos han sido gente valiosa, mujeres y hombres que han arriesgado hasta su vida para servir a quienes víctimas de una desgracia, necesitaban apoyo.

Indudablemente si usted que me lee es sostén de su casa, podrá entender lo difícil que es mantener a una institución. Lo he repetido en otras colaboraciones, agua, predial, luz, pago de personal, mantenimiento de unidades, material de curación y medicamentos y un sinfín de etcéteras que sería largo enumerar. Todo, absolutamente todo lo que se adquiere, tiene un costo para la Cruz Roja. Hoy bajo convenios ofrece además servicio de rayos x y laboratorio, lo anterior buscando mejorar la calidad y alcance de su servicio a la población más vulnerable. Por eso es necesario ayudar a la Cruz Roja, porque cada peso que usted aporta sirve para reponer un gasto y estar en lo posible, en condiciones de servir.

Importante que quienes forman parte de la benemérita Institución, entienden las necesidades al interior de la misma. Contribuyendo al cuidado de la economía, para su propio bien y el de la sociedad a la cual sirven. Un peso ahorrado, puede salvar una vida.

Felicito sinceramente a quienes hoy, desde Cruz Roja, dan lo mejor de sí mismos para ayudar a la gente en desgracia. Agradezco a quienes, a lo largo de ciento once años, han servido con el corazón en la mano, sin esperar mas recompensa que coadyuvar en el bienestar de los demás.

Por favor, sigamos ayudando sin distingos, en Colima, todos nos necesitamos. Es cuanto.