Por: Manuel Olvera Sánchez
Desde la época prehispánica hasta la colonial, la principal fuente de financiamiento estuvo caracterizada por el tributo, derivado precisamente por los oficios y los servicios; dichos tributos eran con cargo a las clases bajas y en su caso por la comprendida por artesanos, labradores y comerciantes. Estos recursos cumplían con la función de sostener a los gobernantes, sacerdotes y guerreros.
La historia registra que los productos que se otorgaban como tributo eran el algodón, cacao, maíz, frijol, frutos, peces y otros animales, sin embargo debemos precisar que no existía un sistema uniforme mediante el cual se debería de otorgar el tributo, ya que en ocasiones se exigían cierta cantidad y otras diferentes, pero siempre tomando en cuenta la capacidad de cumplir por parte del contribuyente.
Al surgir la conquista española lo relacionado con el tributo no presentó gran modificación de fondo, el esquema de tributación continuó siendo el mismo y de manera gradual lo fueron adaptando a los esquemas de tributación llevados a cabo en el continente europeo.
En la época colonial surge la alcabala, que era una renta que se obtenía derivado de la venta o permuta de cualquier movimiento generado entre muebles, inmuebles y semovientes; dicha forma de tributar se continuó aplicando incluso hasta los primeros años del México Independiente y aun después de la revolución, en particular en el tráfico de mercancías entre estados de la Federación.
La base legal a través de la cual se fundan los impuestos se encuentra en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y partiendo de la idea de lo importante que son para el desarrollo económico, de cualquier sistema económico, ya que sin ellos como sociedad no tendríamos una cantidad bastante importante de servicios. Lo anterior revela la importancia de cumplir con nuestra obligación de contribuir para el gasto público, sin embargo también es necesario precisar que los gobernantes tienen la maravillosa oportunidad de que a través de una visión vanguardista de gobierno implementar políticas públicas enfocadas a satisfacer en gran mediad las grandes carencias que padece la sociedad mexicana y más aun el combate a la no correcta aplicación de los recursos públicos que derivan en desvió de recursos con las consecuencias de todos ya conocidos.
En el caso particular del impuesto predial que recaudan las tesorerías municipales y que representan en algunos casos un 70% de sus ingresos propios, las autoridades municipales cuentan con la facilidad administrativa de canalizar esos recursos hacia los fines específicos que los ayuntamientos consideren necesarios, sin embargo debemos resaltar que la recaudación en nuestro país por ese concepto es extremadamente baja con relación a países como Reino Unido, Estados Unidos y Francia que recaudan desde un 4.2 y un 3.1 de su producto interno bruto (PIB) y México ronda por alrededor del 0.13 de su PIB tan solo en el año 2010.
Vale recordar que tan solo entre el año 2008 y 2017 la recaudación por la tenencia tuvo una disminución de un 74 por ciento, ya que de una recaudación en el ejercicio fiscal del 2010 de alrededor de los 21 mil millones de pesos, en el año 2017 presento un ingreso de 8 mil millones de pesos, lo anterior afectando de manera considerable la visión de gobierno que en su momento pretendía la administración federal concretar.
Lo anterior es un testimonio fiel de que tanto las administraciones estatales como las municipales han olvidado cumplir con su obligación de recaudar sus propios recursos para generar condiciones económicas que fortalezcan sus arcas, sin embargo le han endosado a la federación la tarea que ellos debieran cumplir y que sea ella quien les dote del dinero necesario, tarea de la cual han sido omisos tanto los estados como los municipios.
La semana pasada surgió el rumor a través de las diferentes redes sociales y declaraciones de actores políticos en el sentido de federalizar el cobro de la tenencia vehicular, lo anterior debido a que en el año 2008 a través de la Ley de sobre Tenencia o uso de Vehículos se dota de la facultad a los estados si la implementaban o no, derivando con esto que los estados que optaron por subsidiarla fomentaran una total deficiencia en la recaudación por este gravamen y utilizándose por parte de la clase gobernante como un generador de simpatías e incluso con fines meramente electorales.
Los dos testimonios anteriores con relación a la deficiencia recaudatoria del impuesto predial y de la tenencia evidencian que el actuar de las autoridades estatales y municipales ha sido bajo una total falta de responsabilidad y si el gobierno federal pretendiera ejercer acciones de cobro seria lo más sano para oxigenar las finanzas nacionales.
Para nadie es desconocido que los adversarios del presidente de la republica Andrés Manuel López Obrador (AMLO) son quienes fomentan este tipo de rumores con la finalidad de generar descontento entre la sociedad mexicana, sin embargo la credibilidad de titular del ejecutivo continua firme.
AMLO ha sido muy puntual al señalar que dicho planteamiento es producto de sus adversarios políticos y que su administración no impondrá el pago de la tenencia a nivel federal.
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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