PUÑALADA TRAPERA
Por: José Luís Santana Ochoa
La que le han propinado al noble, aguantador, estoico, pueblo de Colima, los corruptos, irresponsables y taralatas 17 diputados locales que con sus votos en el Congreso del Estado le autorizaron al taimado peor gobernador que nunca jamás haya tenido Colima, Mario Anguiano Moreno, la contratación de deuda adicional de largo plazo por más de mil setecientos millones de pesos que vienen a sumarse a los mil doscientos que pidió prestados en las mismas condiciones so pretexto del ciclón Jova y seiscientos para la conversión a deuda pública de intereses vencidos. A esta pesada carga sobre las espaldas de los sufridos colimenses deben agregarse otros préstamos a los que no se le ha dado mucha difusión.
No contentos con haber jodido a los colimenses con tamaña nueva carga crediticia, hubo diputados que salieron a los medios a justificar lo indefendible como la priista armeritense Esperanza Alcaraz, presidente de la Comisión de Niñez Juventud, Adultos Mayores y Discapacidad, del Congreso del Estado, quien orgullosa de haber endrogado una vez más a los colimenses salió con su batea de babas diciendo que si no autorizaban el empréstito, el panorama para la entidad “iba a ser triste” y si lo autorizaban sabían que “enfrentarían la censura de la población”, cuando los únicos tristes iban a ser los líderes del Cártel Colima de la Obra Pública a cuyos bolsillos fue ya a par la mitad del crédito autorizado por ella y el resto de los 17 sinvergüenzas que aprovecharon la coyuntura para llevarse millonarios bonos de marcha con la venta de sus votos.
“Ya lo superarán” les espetó a los colimenses vía Facebook el cinicazo vividor de la política partidista, Mariano Trillo Quiroz, quien junto con los restantes integrantes de la pandilla anguianista está recibiendo merecidas recriminaciones, mentadas de madre, de los colimenses que se saben víctimas de la incompetencia y la corrupción de un gobierno cuyos funcionarios simple y llanamente no tienen llenadero como él que cobrará los próximos tres años en la plaza de regidor del H. Ayuntamiento de Manzanillo. A los más conocidos como el sacristán José Antonio Orozco Sandoval que encontró en la política la salida a su quiebra como empresario, les están lloviendo reclamos airados de ciudadanos por ellos agraviados. ¡Y esto apenas empieza!
El que más mentadas de madre se está llevando por alcahuetearle al nefasto Mario Anguiano Moreno sus corruptelas es el coquimatlense prófugo de la pobreza extrema vía la corrupción sindical, Martín Flores Castañeda. A lo mejor sus valiosos servicios para hacerle llegar a Mario Anguiano Moreno y a su gavilla los más mil 700 millones de peos de dinero fresco, le ha dado para asegurarse la chamba de magistrado del Tribunal de Justicia del Estado de Colima, tierra secuestrada con todo y habitantes por la delincuencia financiera organizada. Del resto de diputados maiceados no vale la pena escribir, no valen todos juntos un cacahuate.
EL ACABO
- El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le ha enmendado la plana al Diario de Colima que nunca ha entendido que la justicia electoral no se imparte en los medios de comunicación.
- ¡A que la consejera del Instituto Electoral del Estado de Colima, Verónica González Cárdenas! Primero declara que el organismo donde cobra respetará y acatará la decisión tomada por la Sala Regional Toluca del TEPJF; luego, a renglón seguido, sale con que ella y sus compañeros consejeros hicieron lo correcto en la asignación de diputaciones plurinominales con criterio de paridad de género, cuando la única que resistió a pie firme los embates feministas fue su presidente Felicitas Valladares Anguiano, quien por ello merece reconocimiento y felicitación.
- Tranquiliza saber que, a toro pasado, Francisco “El Tamacuas” Ánzar Herrera diga que no quedará resentido con ningún priista en caso de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva la asignación de la curul plurinominal a favor de Esther Gutiérrez bajo el principio de la paridad de género.
- El becerro siempre será del dueño de la vaca independientemente de quien la haya montado, por lo que indagar paternidades en estos casos resulta ocioso, y de pésimo gusto.