TAREA POLÍTICA

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CHAPULÓN COLORADO

Por: José Luís Santana Ochoa 

El haber cumplido a cabalidad su mandato por concluir como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, es el mejor argumento que el abogado y político Roberto Chapula De La Mora tiene a su favor para  postularse de nueva cuenta al mismo cargo cuando el Congreso del Estado emita la convocatoria para la renovación directiva de una institución que con el atinado liderazgo del entrón y buen conocedor del Derecho ha vivido sus mejores años. En la próxima legislatura local estará la decisión de ratificarlo. Al margen de colores y siglas partidistas, los nuevos diputados deberán privilegiar el interés de la sociedad colimense.

Roberto le acredita en buena parte los resultados y logros tangibles de su gestión, a su equipo de trabajo: “antes” la CEDH era conocida por ser un elefante blanco, por no estar cerca de la gente. A mi llegada nos dimos a la tarea de cambiar eso y de conformar un gran equipo de trabajo que coadyuvara a esta gran labor: la de ayudar y defender los derechos humanos de la población. No ha sido fácil luchar contra las cúpulas de poder formal del gobierno que ejerce este tipo de violaciones a los derechos fundamentales, afortunadamente la gente siempre nos ha concedido la credibilidad suficiente, porque hemos surgido de la cultura del esfuerzo y no del privilegio”.

Después de años de aletargamiento, de presidencias displicentes que sólo vieron a la Comisión como una chamba más, llegó Roberto para darle   “una preponderancia y una representatividad formal y legal que no tenía cuando llegue a la institución, he cumplido a cabalidad con mi labor como abogado que soy y como defensor de los derechos humanos del pueblo de Colima”, dichos que avalan propios y extraños, la ciudadanía cuyos derechos fundamentales demandan el acompañamiento comprometido de funcionarios como Chapula De La Mora que se crecen ante “el abuso de autoridad del poder formal que se ejerce en contra de sus personas”.

Interesantes también las puntualizaciones políticas que Roberto le hizo al compañero de página Juan Ángel Magaña. La primera de ellas en el tema de las elecciones del domingo 7 de junio de 2015: “No me queda duda que se dio un tsunami azul en Colima ante las decisiones mal tomadas en el PRI, partido a cuya ideología pertenezco, pero que dieron origen a que el pueblo de Colima y parte de su militancia emitiera un voto razonado de hartazgo político”. Más claro que el agua de CIAPACOV, pone el dedo en la llaga: “Yo quiero recordar que cuando la tecnocracia substituye a la política, está demostrado, se aleja de los intereses del pueblo. Y eso fue lo que pasó en esta elección que pasó en Colima. También fui invitado a participar en esta elección como aspirante a un cargo de elección popular, y no acepté porque, de haberlo hecho, habría sido arrastrado en este tsunami azul. Preferí esperar los tiempos necesarios para volver a la arena política. No vi las condiciones políticas para volver, ante las decisiones mal tomadas hacia su interior. Por ende, preferí abstenerme de participar y seguir trabajando en pro de los derechos humanos de la gente en la entidad”. ¡Y prefirió bien!, hay que reconocerle.

EL ACABO

  • “El verdadero político surge con el carácter y la madurez política al levantarse de un infortunio político. El trabajo y el afán de servir hacen que la gente te lo reconozca. Y eso te permite seguir trabajando por la gente, porque la capacidad de servir lo tiene uno, nunca servirse de éste y ello la gente lo sabe”: Roberto Chapula De La Mora.
  • A ver, a ver, ¿Cómo está eso de que los azules – en la disputa de la gubernatura del estado –“tuvieron a su favor la confusión que generó la coalición parcial PRI-PVEM” y, al mismo tiempo, perdieron algunas alcaldías ”porque el PRI no contó con el apoyo del PVEM, como sucedió en la capital”? Algo no cuadra.
  • Los conversos [email protected] que ayer le tundían duro y tupido al impugnado candidato a gobernador, en su demencial afán por congratularse con JIPS, continúan despotricando contra quienes opinan diferente a ellos. Como siempre, son más bravos los tinacales que la cal.