Por Jonás Larios Deniz
Profesor-investigador de la Universidad de Colima
De acuerdo con la página web braille.com.mx, “el sistema Braille es un alfabeto especialmente ideado para los invidentes, consta de un sistema de lectura y escritura por medio de puntos.
El inventor de dicho sistema fue Louis Braille (1809- 1852) Cuando a la joven edad de 15 años por un accidente quedó ciego. La forma de leer el alfabeto Braille es mover la mano de izquierda a derecha pasando por cada línea. En promedio los lectores de Braille pueden leer de 104 a 125 palabras por minuto.
El tamaño y distribución de los 6 puntos que forman el signo generador es un proceso investigado por Louis Braille, ya que las terminaciones nerviosas de la yema de los dedos están capacitadas para captar ese tamaño.
El signo generador solo permite 64 combinaciones de puntos siendo insuficientes para la variedad de letras, símbolos y números de cada idioma.
Esto obliga a la invención de “Símbolos dobles” (http://www.braille.com.mx/queesbraille.htm).
Ahora bien, el concepto que se incluye en el Glosario de términos sobre discapacidad, elaborado por CONAPRED se expresa que “tiene como propósito la comunicación de los ciegos con el resto de las personas, el texto es representado mediante signos en relieve, leídos en forma táctil, por los ciegos” (http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=registro_encontrado&tipo=2&id=2230).. En mi opinión, esta última definición deja ver unilateralidad en la percepción del uso del sistema Braille, me refiero al planteamiento de que los signos escritos “son leídos por los ciegos”; debe concebirse que los signos deben (o deberían) ser escritos y leídos por la totalidad de las personas y no solamente las ciegas.
Más allá de hacer una crítica o corrección al glosario, el énfasis que se propone es para mostrar que cada uno de los grupos vulnerables es visto “desde lejos”, “a la distancia” por los que no viven la condición de vulnerabilidad respectiva. El CONAPRED establece que son 12 los grupos en situación de discriminación: 1. Adultos mayores, 2. Afrodescendientes, 3. Creencias religiosas, 4. Etnias, 5. Migrantes y refugiados, 6. Mujeres, 7. Niñas y niños, 8. Personas con dispacidad, 9. Personas que viven con VIH, 10. Diversidad sexual, 11. Jóvenes y 12. Trabajadoras del hogar; uno de los hallazgos más relevantes de la Encuesta Nacional para medir la Discriminación de CONAPRED (Enadis 2010), es que la mayoría de los encuestados informaron que discriminaban, incluso quienes tenían algún rasgo de vulnerabilidad y por esa razón habían sido discriminados.
Regresando al Glosario de términos sobre discapacidad, la definición de sistema Braille y de cada una de las discapacidades tendría que distinguir rasgos, responsabilidades, formas de actuación, etc. de, al menos, cinco agentes: a) los discapacitados, b) aquellos que se ocupan de su atención (desde el gobierno o la sociedad organizada), c) familia, d) medios de comunicación masiva y e) sociedad en general.
¿Significa esto que estamos obligados a escribir y leer con el sistema Braille? La respuesta es sí, para aquellos que tuvieran a una persona ciega en su entorno (familiar, laboral, escolar, etc.); la meta es lograr una comunicación fluida, y sin condescendencia.