Sensibilidad social al tomar decisiones

0

La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

Hace dos años exactamente manifesté mi preocupación en el sentido de que las emociones definirían el rumbo político del país y las entidades; fue en ese ejercicio que los ciudadanos ejercieron su decisión de votar por presidente de la República, en algunas entidades gobernadores, senadores, diputados federales y locales.

Fue una jornada histórica, en ese momento el clima de animadversión hacia la política de derecha y ultraderecha fue la bandera que abrazaron un sinnúmero de proyectos que hoy están en una silla, en un escaño, en una curul, decidiendo desde su visión, ideología política y compromiso personal, qué es lo que nos conviene a todos.

Pero los representantes populares se han olvidado de lo más esencial, están principalmente para hacer valer la voz de la ciudadanía, velar por sus intereses y trabajar en las necesidades que mejoraran la vida de todos, en lo económico y en lo social, en la salud, educación y seguridad.

Los vemos tomar tribuna, hacer un comunicado a la población desde su escritorio, utilizar las redes sociales y emprender acciones, pero hacer política es mucho más que cumplir con elaborar un documento, un exhorto, una iniciativa; si esto va a ser votado como resultado de una ideología, de un sentimiento o compromiso, no se está haciendo política para todos, debido a que no saben jugar las reglas que se superponen a intereses individuales, donde lo que le conviene a la ciudadanía de un municipio, de un distrito, de una entidad y de un país, se vea reflejado.

Dicho de otra manera, amable lector, lectora, el sentimentalismo que imperó en los pasados comicios electorales llevó en algunos casos a personas que han sabido dirigir los rumbos de lo que a la nación le conviene, lo que a una entidad o municipio requiere con mayor urgencia; pero no ocurre lo mismo en todos los casos.

Ahora, en esa nueva forma de hacer política, hay reglas impredecibles y las decisiones no son resultado de un análisis de situaciones, de un consenso, ni de buscar sumar voluntades con otras fuerzas políticas.

En pocas palabras, los recintos donde se toman decisiones para el pueblo ya no son los edificios en los que impera la cualidad de ponerse de acuerdo, sin colores ni compromisos individuales, y eso es lo que el ciudadano espera, verse representado y a la vez que fluyan las decisiones que se requieren para avanzar, porque esa es la razón suprema por la que la gente elige gobernantes y representantes, para que esa suma de fuerzas no se convierta en una guerra de vencidas que bote al piso o frene las acciones necesarias que a todos convienen.

Eso desconcierta al ciudadano que busca de una forma u otra entender los nuevos tiempos. Para ello se requiere personas que aparte de hacer política, tengan un alto sentido de sensibilidad social y que el principal compromiso sea con todos los pobladores, porque desde el momento en que reciben una constancia de mayoría, el mandato constitucional dice que están al servicio del pueblo y todas las decisiones y acciones deberán velar por los intereses de sus representados. 

Los recortes presupuestales que se han venido dando han cambiado la forma de hacer políticas públicas; en los últimos dos años tenemos cancelación de programas, de obras, de inversiones, todo esto trae como consecuencia la urgencia de los gobiernos estatales de acceder a créditos para sostener sus necesidades en el corto y mediano plazo, haciendo un ejercicio responsable de los recursos y su destino; donde salud, educación y seguridad pública deberán ser los rubros beneficiados principalmente, sin descuidar otros de importancia para el desarrollo de las regiones.

El reloj con su inexorable aguja marca la hora de hacer política en donde las decisiones atraviesen por la sensibilidad social, velando siempre por el desarrollo económico y cuidando los pilares de la sociedad. 

Eso es lo que espera la población, que indistintamente del color de quien gobierna, legisla o cabildea, el centro de las acciones y las decisiones siempre sea el ciudadano.

LOS REMOS DE LA PANGA

REMO: En este espacio lo sostuvimos, Profeco cerrará sus puertas y ya es un hecho; ahora, si usted tiene una queja acerca de un producto o servicio, haga su guardadito porque tendrá que hacer un viaje al vecino estado de Jalisco para que presente su queja formal en Tlaquepaque. Son las medidas de austeridad que dejan en franca desventaja a muchos; me vienen a la mente los principios de justicia y equidad, pero sólo es eso, un recuerdo que está en mi mente.

REMO 2: Los habitantes de El Valle de las Garzas ya se parecen a los de la zona rural, cada semana les suspenden el suministro de agua y en los trabajos que se han realizado en romper calles para arreglar el drenaje, el tapón de asfalto que colocan está formando un lindo, enorme y bien diseñado bache, que en el próximo temporal de lluvias afectará a transeúntes, motociclistas y automovilistas. Haga caso omiso si tiene un vehículo todo terreno.