Análisis Político
Por: Abel González Sánchez
De acuerdo a estudios cerca del 78% los padres que tienen hijos con problema de adicciones, sus papás desconocen que consumen drogas, otro porcentaje solo sospecha y sólo una mínima parte reconocen que son adictos y los apoyan para que acudan algún Centro de Rehabilitación de Adictos y Alcohólicos, generalmente privado, toda vez que es complicado lograr un espacio en los centros de recuperación gubernamentales por el altísimo índice de adictos que hay en la entidad.
Colima representa para el país un foco rojo en materia de adicciones ya que del 2006 a 2018 prácticamente aumentó la drogadicción en forma alarmante en un 400%, por otra parte, una reciente publicación de este estudio, Colima se encuentra entre las cinco entidades con mayor consumo en marihuana, cocaína y estimulantes del tipo anfetamínico, y nadie puede negar que este incremento multiplicador de las adicciones, es el resultado por muchos factores; el descuido de sus padres, por la nueva reforma penal que les permite hasta portar droga para su consumo y la falta de coordinación institucional de los programas oficiales contra las adicciones y la prevención del delito de los tres niveles, los programas son obsoletos y fuera de la realidad, de lo contrario no hubiera tanta incidencia delictiva estatal, así de claro.
Por todo lo anterior urge un programa de prevención contra las adicciones que trascienda, pues ya no funcionan las simulaciones, las botargas para la diversión estudiantil o infantil en las escuelas, ni las pláticas oficiales sin material especializado a las que van una vez cada año a un centro escolar, sin penetrarse en la introducción de drogas en las escuelas, ya no funcionan jueguitos con jóvenes o niños que los distraigan con pelotitas, eso es solo para cumplir un programa de simulación y tomarse la foto para justificar.
Se necesita cambiar todo un esquema obsoleto de los tres niveles de gobierno con pérdidas de tiempo y dinero público, se organizar y promover una gran alianza estatal con los medios informativos para orientar en muchos rubros a las familias y capacitar a los padres para puedan detectar a tiempo si sus hijos consumen droga o aplicarles una prueba, además de hacer recorridos a los Centros de Reinserción Penal, para que los estudiantes constaten o vean a los cientos de jóvenes encarcelados con daño psicológico y valoren mejor la consecuencia del consumo de la marihuana y otras drogas, por otra parte los diputados deben analizar si es conveniente legislar para obligar a los menores de edad o inclusive adultos para que sean internados por necesidad social y en favor de la seguridad familiar y pública, para que sean tratados con medicamentos y terapias para su rehabilitación, pues muchos de ellos fueron excelentes obreros o estudiantes, pero por su adicción hasta roban cobre o artículos para comprar droga o cometen faltas administrativas, ya perdieron la escuela o el trabajo.
Urge un nuevo enfoque para atender el gran problema de las adicciones, estamos perdiendo tiempo, de hecho cientos y quizás miles de éstos jóvenes muy difícilmente se recuperarán, y la sociedad colimense somos culpables, porque a muchos de ellos los vemos en las colonias prácticamente perdidos, desocupados y robando diariamente, los encarcelan y al día siguiente los liberan, para continuar haciendo lo mismo, como que a nadie les importa, y se nota que ya traen daño cerebral, muchos de ellos iniciaron así y se convirtieron en asesinos, hoy están en el CERESO.
El número de adictos aumenta cada día debido a la falta de interés real de las áreas de seguridad pública en los tres órdenes de gobierno y el abandono de sus familias, miles de padres saben que su hijo se droga cuando ya está en los separos con varias dosis. Las instituciones se culpan unas a otras de esta problemática, y las adicciones siguen sin control, este desorden permite que los padres no tengan capacidad en realidad si sus hijos se drogan y los jóvenes siguen siendo enganchados irresponsablemente. ¿Acaso no se tiene un padrón de adictos en escuelas y colonias para hacer un programa estatal de recuperación real? ¿Hasta cuándo se sentarán los titulares responsables para analizar este grave problema en Colima?