Por: Jonás Larios Deniz*
En la Séptima Sesión Ordinaria de Consejo Técnico Escolar, realizada el último viernes del mes de mayo de 2015, en las escuelas que imparten educación básica en todo el país, se incluyó una lectura titulada “Qué bueno, qué bueno, qué bueno”.
Lo anterior con el propósito de revisar las actitudes del colectivo frente al trabajo, particularmente el cumplimiento de metas acordadas al inicio del ciclo escolar 2014-2015. El cuento se narra enseguida: cuentan que un rey tenía un consejero que, ante circunstancias adversas, siempre decía: “qué bueno, qué bueno, qué bueno”. Un día de cacería, el rey se cortó un dedo del pie y el consejero exclamó: “qué bueno, qué bueno, qué bueno”.
El rey cansado de esta actitud, lo despidió y el consejero respondió: “qué bueno, qué bueno, qué bueno”. Tiempo después el rey fue capturado por una tribu para sacrificarlo. Cuando lo preparaban para el ritual, vieron que le faltaba un dedo del pie y decidieron que no era digno para su divinidad al estar incompleto, y lo dejaron en libertad.
El rey ahora entendió las palabras del consejero y pensó: “que bueno que haya perdido el dedo gordo del pie, de lo contrario ya estaría muerto”. Mandó llamar a palacio al consejero y le agradeció. Pero antes le preguntó por qué había dicho “qué bueno” cuando fue despedido. El consejero respondió: “si no me hubieses despedido, habría estado contigo y como a ti te habrían rechazado, a mí me hubieran sacrificado” (Guía de la Séptima Sesión del CTE, pág. 17).
A propósito de esta apasionada actitud positiva del consejero y en el marco de los procesos de evaluación docente que marca la Reforma Educativa, me interesa destacar tres puntos. 1. Es fundamental que las y los profesores abandonen los rumores y los ataques a las autoridades federales; en su lugar deben plantearse una actitud académica y profesional para organizar el estudio de las guías de examen e identificar los aspectos que han de fortalecer en su curriculum de vida. 2. Resulta impostergable la autonomía política del gremio frente al Partido Revolucionario Institucional, Partido de la Revolución Democrática o cualquier otro; para lo cual deberán creer en su partido, el Nueva Alianza (PANAL). En las pasadas elecciones del 7 de junio, pude ver y escuchar a profesoras y profesores que decidieron votar por los partidos rivales. Entiendo que el voto es libre, no obstante, la fortaleza de un partido se traduce en el número de votantes, lo cual le da espacios en los Congresos de los estados, la Cámara de Diputados y de Senadores, por las cuales pasan todas las reformas para nuestro país. Son ellos los que las aprueban o las rechazan. Si bien el número de agremiados que asisten a marchas y plantones es indicador de su fuerza, lo es más el número de maestras y maestros en los Congresos y Cámaras antes mencionados. ¿No lo ven? ¿No lo quieren ver? Las y los líderes tienen mucha responsabilidad de las reacciones de las considerables masas de personas que representa el magisterio en la República Mexicana, y 3. En mi opinión, una actitud positiva siempre será una mejor opción; el enojo que causa la evaluación tendría que ser alegría para enfrentar el reto con ánimo y visualizando las opciones de crecimiento laboral y personal que le darán los resultados. Por último, deseo expresar que todas las profesiones tendrían que someterse a evaluación para que la mejora sea en todos los ámbitos de la sociedad. Así mismo, se debe exigir que se presenten a evaluación figuras trascendentales en nuestra época y definir con sus resultados su acceso o permanencia en el encargo en cuestión: madres y padres de familia, políticos, funcionarios de todos los niveles, personal sindicalizado de todas las fuerzas laborales, empresarios, representantes de iglesias, organizaciones no gubernamentales, conductores de televisión y todas y todos aquellos que tengan relación con la vida productiva del país. De no hacerlo la reforma educativa (y ninguna otra) tendrá el impacto esperado. La evaluación de la corrupción en México será un insumo importante para generar transformaciones de fondo y a largo plazo.
* Profesor-investigador de la Universidad de Colima