Acudió a pedir una reunión con el gobernador Mario Anguiano luego de que le comunicaron que no pasó el examen de confianza, y accedió a esta entrevista con la condición de que no se publicara su nombre por temor a represalias.
Afirmó que tuvo varios programas de capacitación y adiestramiento para lo cual tuvo que dejar a su familia “Dejé a mi familia por más de dos meses solos, sin tener contacto con mi hijo y mi esposa, para poder darle una satisfacción a mí mismo para regresarle un poco de tranquilidad a Colima”, dijo.
Mencionó que espera una liquidación justa, porque algunos compañeros les quieren dar 90 mil pesos por más de 20 años de servicio “Esperemos que antes que nada solucionar esta situación y encontrar al menos un trabajo que pueda sacar adelante a mi familia”, dijo.
Como policía judicial, detalló que ha participado en varios operativos donde incluso fue herido de tres impactos de bala “En una ocasión en una detención tuvimos la oportunidad de aprehender a unas personas que participaron en una serie de robos, y al quererlos detener respondieron la agresión tirándonos de balazos”.
El futuro de este elemento parece incierto, pero asegura que definitivamente la delincuencia organizada no es una opción “Espero que tratar de solucionar esto y que nos respalden. Mi calidad de vida, no tengo lujos, vivo al día, tengo lo necesario para sacar adelante a mi mujer, que estudia, trato de darle un poco de lo mejor conforme puedo, tenemos algunas carencias”, concluyó.