PERGAMINO BALOMPÉDICO

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Alex Carbajal Berber|ULTRAMEDIA

El Atlas de TV Azteca

Los socios del Club Atlas han decidido realizar un cambio histórico en la institución rojinegra, después de aceptar la oferta de compra de Televisión Azteca por 500 millones de pesos, que descontando los innumerables adeudos del club, les dejará a cada uno de los socios una cifra poco mayor al medio millón de pesos.

Entre los argumentos más importantes para aceptar la oferta de la televisora del Ajusco está el garantizar la permanencia del Atlas en Guadalajara, perpetuando sus colores, aunque sea en una versión privatizada. Tal referencia nos hace preguntarnos: ¿qué cabeza hueca atentaría contra uno de los clubes más tradicionales del futbol mexicano, pensando que crear una nueva franquicia sería más redituable?

Dejando de lado este tipo de conspiraciones futbolísticas que suceden ante la pasividad de la Federación Mexicana de Futbol por aceptar a cualesquier nuevo rico en su sistema de competencia, también se debe considerar que clubes como el rojinegro son un patrimonio histórico de nuestro balompié, pues es uno de los archirrivales del club más popular –Chivas-, es el formador de las últimas grandes figuras futbolísticas de México, y además, el último club que aprecia la estética del juego por encima de los resultados, pese a que esto pudiera resultar lamentable para los nuevos hinchas del Pachuca o el Toluca.

Opiniones encontradas entre los hinchas rojinegros, sin duda. Algunos celebran que llegue un dueño dispuesto a “invertirle” al equipo para buscar la gloria deportiva, siempre y cuando se prevenga una catástrofe como la que ha vivido la hinchada de Chivas con el empresario Jorge Vergara. Los rojinegros, en la última década vivían la pesadilla de ser un equipo de hinchas ricos con una directiva pobre, mientras un magnate regenteaba el equipo de los pobres.

Y resulta extraño que se hayan decidido por una empresa que nunca había puesto sus ojos en el balompié tapatío, salvo en sus intentonas por hacerse de las transmisiones de Chivas, cuando la rivalidad entre Televisa y Azteca era evidente. Lo es aún más, cuando en anteriores ocasiones habían rechazado ofertas de emblemas del club, como el caso de Rafael Márquez y otros hinchas encumbrados, dispuestos a inyectarle capital a uno de los clubes más desaprovechados de nuestro sistema balompédico.

Cuando en el mundo se cumple una década del ingreso de los magnates al balompié europeo, y Chivas cumple más de una década de sufrir a Vergara, en Atlas apuestan por extender el dominio de una de las dos televisoras dueñas del futbol nacional, asintiendo su venta. Quizá lo importante no es quién sea el dueño, al hablar de lo que pasará en el rectángulo verde. Lo importante es que este club, que ha dado a muchos de nuestros mejores futbolistas y ha sido uno de los más vistosos –sino es que el más- en la época reciente, recobre la condición de ser uno de los animadores de esta Liga.