PENSIONES EN VILO

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Los últimos tiempos han traído consigo una gran amenaza para muchos países que tienen que lidiar con problemas de magnitud en cuanto a desarrollo, económico, migración, democracia insuficiente, inseguridad, inversiones precarias, desigualdad, explotación laboral, narcotráfico, etc.,a los  cuales se ha sumado el de las pensiones.

Europa registra problemas superlativos en esta materia al igual que Latinoamérica. Los presupuestos no alcanzan y, ante la falta de supervisión o de rendición de cuentas, o de amaños del poder omnímodo (Ejecutivos)con los legislativos, el gasto corriente se destina a alimentar burocracias voraces,  insensibles e inútiles.

Viéndolo de otro modo, los sistemas pensionarios están en crisis por el envejecimiento tardío de la población como resultado de una mayor eficacia de la medicina    y por el retroceso en las tasas de natalidad, de ahí que las dificultades financieras están originando  conflictos de gran calado. Y se habla incluso de que, como no salen las cuentas, hay desasosiego porque una parte de población cotizante, la que más puede, está siendo subsidiada en forma injusta por el presupuesto público. 

En México está repercutiendo el fenómeno de las pensiones porque los presupuestos son malgastados. Los congresos dizque mandan o disponen, pero eso es solo discursos. Los gobernantes se las ingenian para salirse con la suya y burlarlos.   No hay freno a gobierno alguno en México por lo que hacen los gobernadores. No entienden que vivimos otra época, los ciudadanos terminan enterándose tarde o temprano de   sus arreglos en los oscuro. En los estados no tenemos servidores en ellos, sino virreyes, ya que viven en residencias sumamente costosas que todos les pagamos. Se rehúsan a pensar que los ciudadanos están muy decepcionados de ellos   por su modo de vivir propio de jeques árabes.

Y precisamente, en Colima tenemos un cuadro por demás preocupante. Nada más 76 entidades deben a Pensiones 320 millones de pesos. ¿Qué no hay algún poder que les obligue a cumplir esas obligaciones? ¿Qué no hay alguien que les explique a los deudores que su sentido de responsabilidad debe estar siempre en alto porque de sus aportaciones dependen cientos o miles de familias? ¿No hay nadie que impida que un gobernante eche a la calle a miles, contrate otros tantos y ordene bloquear  leyes laborales tirando línea  a los organismos que por ley tienen obligaciones de impartirlas en justicia y prontitud?

El gobierno estatal  debe 134 millones de pesos al Instituto pensionario. ¿  ¿Quién lo obligará a cubrir este adeudo ?  ¿Pues de qué se trata? Propongo que se venda la casa de gobierno al grito de ya u otros bienes, para qué estar gastando en una mansión  donde vive una sola persona y cuyo costo es millonario. ¿ No le tiene miedo el gobernador a los fantasmas que ahí habitan?  Los muy enterados saben que con frecuencia han hecho “limpias” ahí porque ha habitado o habita  el mismo Satanás. Yo no viviría ahí, no me agradan los espantos.

En fin,  alguien debe asumir responsabilidades ante los incumplimientos. No puede ponerse en riesgo, reitero, las finanzas del Instituto de Pensiones para que pueda desempeñar su labor garantizando los pagos a sus beneficiarios y asumiendo los demás socorros que conllevan su operación. El Congreso local, hasta ahora muy  sumiso frente al Ejecutivo, puede hacer algo valioso en este tema. 

El panista Luis Fernando Antero Valle dijo, y dijo bien, que el problema de pensiones sigue igual a un año de haberse creado el IPECOL, es decir no se ha avanzado como se planteó en términos de suficiencia de recursos.

Estamos hablando entonces, de un grupo de instituciones con malos administradores, que no cuidan como debe ser   el patrimonio de los colimenses. Tienen que enfocarse en diseñar y aplicar políticas concretas y eficaces, por ejemplo adelgazando nóminas ( bajarse el sueldo desde el gobernador hasta los regidores, presidentes  municipales y diputados) , así como la alta burocracia donde esté pagada de más.