Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- En su propósito fundamental de difundir y estimular el rescate de las culturas populares de México, el Museo Universitario de Artes Populares “María Teresa Pomar” invita a la celebración de San Antonio de Padua.
Antonio Enciso Núñez, director de esta galería, comentó en entrevista que se trata de una de las celebraciones religiosas importantes de cada 13 de junio en diversas regiones del país: “Es una fiesta en la que los rezos, el baile y la devoción se encuentran para adorar al santo milagroso”.
La invitación es al público en general, el próximo viernes 13 de junio a las 12 horas, en las instalaciones del museo, donde se montará un altar y habrá una charla sobre esta festividad. Dicho evento, puntualizó, pretende ser un espacio abierto en el que se fomente el diálogo intercultural a partir del conocimiento, reconocimiento y respeto por la diversidad y el pluralismo cultural.
En Colima, la celebración se realiza en la colonia El Moralete, en la comunidad de la Becerrera del municipio de Comala; San Joaquín, en Cuauhtémoc y, desde hace dos años por iniciativa de la señora Mará de Jesús López Luna (Chuya), se lleva a cabo también en la colonia El Diezmo.
La señora Mara comentó que la idea de realizar esta celebración consiste en mantener vivo el recuerdo de su infancia y el gusto de convivir con amigos y familiares. Por ese motivo, desde hace tres años viaja desde la ciudad de México para la organización de dicho festejo.
De acuerdo con la tradición, a San Antonio se le reza por múltiples motivos: para la salud, la prosperidad, recuperación de objetos y personas perdidos e incluso para encontrar el amor. En las iglesias se reparte el llamado “Pan de San Antonio”, el cual debe ser guardado en el hogar como símbolo del “pan de cada día”, para que los alimentos nunca falten.
La devoción a San Antonio de Padua fue introducida por los sacerdotes franciscanos, ya que el santo pertenecía a esta congregación. Desde sus inicios, la celebración era organizada por cofradías religiosas impuestas en el período de cristianización en la colonia, las cuales incorporaron a los pobladores a pesar de ser negros o indígenas, lo que significó la instauración de la tradición y devoción al santo.
Le dicen “el milagroso San Antonio” por ser interminable la lista de favores y beneficios que ha obtenido del cielo para sus devotos desde el momento de su muerte. Uno de los milagros más famosos versa sobre una mula famélica: “Quiso uno retarle a San Antonio a que probase con un milagro que Jesús habita en la Santa Hostia”.
“El hombre retador dejó a una de sus mulas tres días sin comer; luego, cuando la llevó a la puerta del templo, le presentó un bulto de pasto fresco y al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia. La mula dejó el pasto, se fue ante la Santa Hostia y se arrodilló”, finalizó el entrevistado.