Vivant –integrada actualmente por Mario Durán, Héctor Rodríguez, Miguel Martínez, Carlos Medina y Alan Esparza— surge en 2008 como un proyecto independiente orientado a la creación de música original: las letras y sonidos de cada una de sus canciones han sido paridas por su propio impulso creativo. Tienen, por supuesto, influencias de otros; pero su propia voz se escucha ¡y nítidamente! en medio de la multitud de bandas que los han marcado.
Sus dudas, sus certidumbres, sus terrores y temores se dejan entrever en cada una de sus canciones: Sol, Estático, Rojo, Nébula. Las canciones de Vivant no son inofensivas: el que escucha de repente siente el placer o la molestia de haber sido tocado ¿por el rock?, ¿por otro ser que comparte su manera de ver el mundo?, ¿o que muestra la suya, tan diferente a la propia? Hay muchas sensaciones sin nombre que merece la pena sentir sin tratar de ponerles título: ese es un regalo que nos da Vivant.
Sus sesiones de ensayo son desenfadadas…a veces; otras ocasiones dosis (in)debidas de estrés fracturan el ambiente. Amplificadores, pedales y cables aparecen por el piso; luego cada quién se pone al frente (aunque sea más conveniente decir atrás de su instrumento) para iniciar el ensayo.
El Búnker –ubicado por última vez en la colonia Villa Izcalli, actualmente emprende su mudanza a la colonia Lagunas—se distingue también por sus altas temperaturas: el calor tipo sauna ha provocado que más de uno de sus visitantes caigan desmayados.
“El rock es un pretexto, crear música es lo único, sin prejuicios ni etiquetas”, aseguró Héctor Rodríguez, vocalista; agregó que Vivant es una bestia adaptada que canta melodías labradas en una trivialidad que arriesga todo lo necesario y se viste de todo aquello que ha sido escuchado para desnudarse en las multitudes.
Vivant, una banda que avanza sin pausas y sin prisas, pisa los recintos culturales universitarios tras haber atendido a la convocatoria Palomazo, propuesta por la Dirección General de Arte y Cultura de la Universidad de Colima; el concierto se enmarca en el programa Culturas Juveniles.
Entrada: 40 pesos, con 50% de descuento para estudiantes y Red Cultura Ucol.
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