Redacción|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- En la medida que se entienda que la economía ambiental “no es un sueño sino una necesidad, no es posible que sigamos pensando que este planeta es infinito”, comentó el investigador de la Universidad de Guadalajara, Miguel Magaña Virgen.
Esto al participar en la mesa de trabajo Redes sobre Medio Ambiente, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, que se realizó en el marco de la Sesión Extraordinaria del Consejo Regional Centro Occidente de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), hace días en el campus Manzanillo de la Universidad de Colima.
Miguel Magaña abordó “El ordenamiento ecológico territorial y la gobernanza”, y detalló que existen cuatro problemas para avanzar en la gestión ambiental: una limitada acción política en asuntos ambientales (normativa y presupuestal); insuficiente cultura ambiental en los niveles social, empresarial, político y administrativo; desvinculación intersectorial permanente (“cada quien hace su juego; en las propias dependencias inclusive no se dan cuenta de lo que están haciendo sus direcciones”), y el actual modelo económico en el mundo, “que se basa fundamentalmente en el consumo y la transformación de materias primas en satisfactores, lo que nos lleva a generar la gran cantidad de problemas que tenemos”.
El distanciamiento entre gobierno y sociedad es muy común; “cuando se va a hacer un trámite o se quiere hablar con alguien que trabaja en el sistema federal realmente es complicado, es un gran conflicto realizar trámites cada vez más complicados”, dijo.
Comentó que la incompetencia técnica de funcionarios públicos “es permanente; se sigue nombrando a personas en las condiciones y lugares donde menos deberían estar. En tono de broma y en serio hemos propuesto crear la Secretaría del Amigo, con una dirección de porras, de multitudes y matracas, para que así permitan a las secretarías publicas realizar su trabajo”.
Y añadió: “esto es una ofensa a las universidades, a los profesionales, pues muchas de las personas que están en los puestos públicos no son competentes. No son puestos de recompensa sino de obligación y responsabilidad, y creo que eso se les está olvidando”.
El ordenamiento ecológico territorial, explicó, se debe realizar bajo el marco legal de los tres niveles de gobierno, y el uso territorial lo debe decidir un grupo de expertos.
“Cómo quieren llegar a la sustentabilidad –añadió– si no tienen ordenado su territorio, no saben qué pasa y qué piensa la gente que vive en ese territorio. Creemos que la única forma de llegar a la sustentabilidad es partiendo de un ordenamiento ecológico territorial, porque eso es justamente lo que nos va dar los lineamientos que necesitamos”.
Miguel Magaña advirtió por último: “El tiempo se nos acaba, es corto, o cambiamos de conducta o cambiamos de planeta, no hay de otra”.