Morante de la Puebla goza su triunfo en la Plaza México

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*El diestro destacó la emotividad de la lidia al segundo ejemplar que enfrentó, al que le cortó las dos orejas.

Rafael Moreno | EXCELSIOR

Ciudad de México.- Dicen los antiguos, que el buen matador de toros se hace con el tiempo,  a través  de cada paseíllo, de cada tarde, de cada sinsabor o triunfo resonante. Eso es cierto, y se confirma ahora que el llamado Arte de cúchares sostiene su batalla particular para sobrevivir a la crítica y desaprobación.

Hoy el toreo cuenta con representantes de categoría, uno de ellos es el español José Antonio Morante de la Puebla.

El andaluz ha impregnado con su gran talento y clase prácticamente a todos los cosos en los que se ha parado y la Monumental Plaza de Toros México no es la excepción.

“Fue una faena emotiva , llevaba tiempo esperándola y gracias a Dios se pudo dar”, expuso el sevillano respecto de lo logrado el pasado domingo en el coso de Insurgentes, en la corrida número 14 de la Temporada Grande 2015-2016.

El domingo, este recinto fue testigo del triunfo en todo lo alto de Morante de la Puebla. Con seis toros de la dehesa de Teófilo Gómez, buenos en presentación, y alternando con Octavio García El Payo y Fermín Espinosa Armillita IV, la décimo cuarta tarde vio una faena estética y clasicista, una de las mejores en épocas recientes.

“Puede ser que ésta haya sido mi mejor actuación en la México,  sin embargo, no me gusta comparar; lo que  es cierto es que fue una faena muy sentida, ya era hora de un triunfo y estoy muy contento”, aseveró Morante, quien enfrentó al primero y cuarto de la tarde; ambos ejemplares le permitieron expresarse plenamente.

Al primero lo toreó a la verónica y finalizó con un bello pase de pecho, pero falló al matar. En el segundo, mantuvo su estilo plagado de finos detalles toreros, con tandas largas y por ambos pitones. En la suerte suprema realizó un brillante estoconazo, llevándose las dos orejas y la salida a hombros por la Puerta Grande.

Con una alegría desbordante, el matador se dijo “satisfecho” con su actuación.

La conexión que existió en el ruedo entre Morante y el astado fue clave.

La Puerta Grande fue inobjetable; dos orejas que posicionan al torero entre los candidatos para presentarse el 5 de febrero en la corrida de aniversario, el número 70 del histórico coso.