Más caro el caldo que las albóndigas

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Por: Francisco Pérez Medina

El fin de semana, cimbró la credibilidad sobre la supuesta lucha contra la corrupción del gobierno federal, nada menos que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo público la auditoría del primer año de su gobierno brindando sendos resultados respecto a las obras insignias: Dos Bocas, Tren Maya y la cancelación del aeropuerto de Texcoco.

Sobre Dos bocas, existe una sobreestimación de la proyección de la utilidad, lo que desencadenaría inevitablemente en pérdidas al Estado mexicano. La infraestructura que se generaría, estaría subutilizada si se presentan factores externos como los que sucedieron hace un año cuando la OPEP estableció la producción que debía realizar cada país miembro, y que nuestro país fue salvado de ello por el amigou del presidente. Pero lo más grave, la proyección se hizo con base en datos maquillados, no sobre los que son comprobables. Eso fue lo que detectó la ASF y lo que con tiempo anticipa, esta obra no tendría ningún beneficio al país, al contrario, solo implica gastos con cargo a todos los mexicanos. Es como sí un padre de familia adquiere un producto que vio en la tele que convierte el agua en gasolina. Toda la familia va a padecer la equivocación, aunque se insista en que el producto permitirá no comprar nunca más el necesario producto.    

Sobre el Tren Maya encontró inconsistencias en la planeación del proyecto, sobre la consulta popular, costos injustificados y sobre la rentabilidad. Todas estas graves, pues su viabilidad está sustentada en la arena. Prueba de ello es que un juez dictó suspensión definitiva en los tramos que pretendían cruzar tres municipios: Chocholá, Mérida e Izamal. ¿Sabe quiénes interpusieron los amparos? Los pobladores. Ellos comprobaron lo que a todas luces se podía anticipar: daño ambiental irreparable. Si esto no fuera suficiente, si no existe rentabilidad, quiere decir que siempre deberán destinarse recursos públicos para su sostenimiento. Ya ni que decir sobre el hecho de que, en uno de los tramos, están los terrenos de la tía Felipa Obrador.

En lo que se refiere a la cancelación de Texcoco, el gobierno federal argumentó que costaría 100 mil millones de pesos el pago a proveedores por algo que ya no harían. Sin embargo, el monto real será tres veces más a lo informado: 330 mil millones de pesos que pagaremos todos los mexicanos. Nadie, por sentido común, estaría de acuerdo en quemar esa cantidad estratosférica de dinero por la obsesión y obstinación. Es como si algún amigo gastara todo su capital por algo que jamás va a recibir y no fuéramos sensibles en aconsejarle que esa decisión es equivocada.

Para resumir perfectamente lo que detectó la ASF sobre el desempeño de este gobierno en el manejo de nuestros recursos públicos, está lo que encontró en la Secretaría de la Función Pública: No permitió el acceso a los auditores, obstruyó el trabajo para la auditoría, además, concluyó que es una dependencia que no realizó las actividades para las que fue creada.

La respuesta sobre esta auditoría es terrible y fue anticipada por predecible: tienen otros datos y realizaron las medidas de presión necesarias al titular de la ASF para que se retractara. Ya sabemos lo que sucedió: la misma tarde se cumplió la orden del presidente. Hoy, satisfecho por ver ejecutada su instrucción expresó “celebro que hayan rectificado”. No existen otros datos, pues como siempre lo ha venido haciendo este gobierno, estará escondida al resguardarla por 10 años.

Lo que anhelábamos todos los mexicanos y quienes lo hicieron votando por este gobierno era erradicar la corrupción; quienes se decían distintos, en los hechos son exactamente iguales, solo que más cínicos. Como dice el dicho popular “salió más caro el caldo que las albóndigas”.

Salida

1.- Sobre el programa de jóvenes, no es necesario abundar más. En nuestro estado se comprobó el desvío de recurso con beneficiarios inexistentes en el propio poder legislativo que, hasta la fecha, siguen sin aclarar quien se quedó con el dinero.

2.- Esta semana se llegó a la triple cifra “catastrófica” que anticipó este gobierno; 180,000 personas que han enlutado a sus familias. El responsable de atender la pandemia informó al inicio de esta semana que se encontraba contagiado. Desde este espacio le deseamos pronta recuperación. Esperemos que pueda reflexionar y modificar lo que la estrategia necesita. No hacerlo, implicará seguir con la tendencia a incrementar las personas fallecidas que llevará en su conciencia.

3.- El amago de la asociación de escuelas privadas tuvo respuesta de la autoridad sobre la amenaza de regresar a clases presenciales. No es posible hacerlo hasta no estar en semáforo en verde. Improcedente a todas luces la medida sugerida.