Los doce deseos de Año Nuevo deberían enfocarse al crecimiento personal, no en lo banal: Filósofo

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*El catedrático de la Universidad de Colima, Benjamín Panduro, aseguró que el ser humano es el único que busca un perfeccionamiento ontológico; no obstante, corre el riesgo de esclavizarse en cosas materiales y superfluas.

COLIMANOTICIAS

Colima.- “Uno de los rituales implementados durante la celebración de Año Nuevo es comer doce uvas y pedir un deseo por cada una de ellas. Los mexicanos suelen pedir aumento de salario, carro, casa… bienes materiales, o tienen el deseo de bajar de peso; sin embargo, son pocos los que buscan un crecimiento personal”, dijo el filósofo universitario Benjamín Panduro Muñoz en entrevista.

Para la Filosofía, añadió, “este último aspecto es el más importante, pues atrae al resto de las metas o logros que el ser humano se plantea durante la vida, aunque también tiene un aspecto malo, pues dicha necesidad de crecer se puede transformar en algo banal”, comentó el también catedrático de la Escuela Superior de Filosofía de la Universidad de Colima.

Desde la Filosofía, dijo, “es un tema de crecimiento ontológico, porque el ser humano es el único animal que quiere crecer en su ser. A un conejo, por ejemplo, le ‘interesa’ reproducirse, sobrevivir, y eso hace a lo largo de su vida; en cambio, el ser humano busca perfeccionarse, algo bueno que, no obstante, también puede originar esclavitud”.

En este sentido, explicó que las personas pueden pedir deseos como bajar de peso o comprar un bien material, las cuales son metas de crecimiento que implican trabajar horas extras y olvidarse de temas como la salud o la familia; en el caso de la dieta, aseguró que la mayoría de las personas se preocupan más por comprar algún aparato o medicamentos para bajar de peso que en buscar ayuda con un especialista y esforzarse.

“El problema es que los anhelos del ser humano tienen una contraparte que dialoga con el mercado; todo el mundo pide, compra aparatos para bajar de peso, medicamentos que dañan y que no apuntalan el crecimiento personal, sino el económico”.

En cambio, comentó, “estos deseos deberían enfocarse en el crecimiento personal, los que se puedan cumplir y que a la par ayuden a un crecimiento de la comunidad”.

Panduro Muñoz recomendó escribir propósitos serios para comentarlos con la familia, amigos o la pareja, “personas que te entiendan”. Aconsejó “sopesar los deseos de crecimiento, que ellos te pongan los pies en la tierra, y hacer un plan donde expones tus deseos a alguien y los construyes racionalmente; eso sería más óptimo en el crecimiento del ser humano”.

Por último, aconsejó no limitarse al crecimiento del consumo, “los que se reduce sólo a lo que vemos en las pantallas de los medios de comunicación y las redes sociales”.