TAREA PÚBLICA
Por: Carlos Orozco Galeana.
En aras de proteger el interés público, la gobernadora Indira Vizcaíno declaró que revisará con lupa el proceso de adjudicación de la concesión del nuevo libramiento Colima, y aclaró ( Diario El Noticiero, 9 de mayo), que si no reporta beneficios para la entidad no será avalado por su administración. Dijo que será la ley respectiva la que determine si hubo un proceso legal y transparente ya que su partido Morena se opuso a él en la legislatura anterior.
Actualmente, la sociedad de empresas Recsa y Dynfra está elaborando la construcción del proyecto del libramiento que conectará los tramos carreteros de Guadalajara-Colima y Colima-Manzanillo, lo cual implica la habilitación de 23.5 kilómetros de autopista.
Ambas empresas informaron en un comunicado que el monto de la inversión estimada para su realización, que ahorrará hasta media hora en el tramo comprendido, será de 2 mil millones de pesos (mdp) “de origen cien por ciento privado”.
“La recuperación de la inversión será por medio del cobro de peaje, teniendo la concesión para su operación durante un periodo de 30 años. Asimismo, el proyecto favorecerá la creación de mil empleos directos y más de 4 mil empleos indirectos durante su construcción”, de acuerdo con el documento.
Este nuevo libramiento, de acuerdo con las empresas, reducirá el tráfico pesado en el libramiento oriente dentro de la ciudad, evitando así el tránsito de usuarios que no tengan como origen o destino la ciudad de Colima. También, se estima que la obra ayude a la reducción de tiempos de transportación y a mejorar la conectividad del puerto de Manzanillo con Guadalajara y la zona occidente del país, y colabore al reordenamiento urbano de la capital colimense.
“Es un orgullo para nosotros participar en un proyecto como el Libramiento Colima. Nuestra visión no sólo es de aportar al comercio y conectividad del país, creemos firmemente que el libramiento traerá consigo desarrollo social y económico a la zona occidente del país. Este tipo de proyectos de infraestructura ayudarán a que México sea más grande y fuerte, permitiendo la conectividad entre las comunidades”, señaló Humberto Armenta, presidente del Consejo de Administración de RECSA.
Conforme a datos publicados por la revista Forbes, la obra tendrá: dos entronques a desnivel, 10 pasos inferiores verticales y cinco superiores verticales, cinco puentes con cruce sobre arroyos y cañadas, siete obras en drenes de canal de riego,27 obras de drenaje menor, pavimento de tipo flexible, Instalación de fibra óptica, Cámaras Postes S.O.S, una estación de monitoreo meteorológico, una estación de toma de datos, una plaza de cobro de seis carriles con posibilidad de cobro manual y telepeaje, y una patrulla de auxilio vial, sanitarios y estacionamiento.
Sin embargo, lo que parece ser miel sobre hojuelas, tiene otra pinta pues no faltan los que consideran que el nuevo libramiento “se lo concesionaron a los amigos, solo es un negocio de particulares ( de Atlacomulco, Estado de México, quizás, o ¿ de algunos políticos criollos identificados con el régimen anterior, pregunto ?), para que se hagan más ricos a costa de los transportistas y de los mexicanos porque el costo de la caseta provocaría aumento en el precio de las mercancías, dijo al mismo Diario el presidente de la Unión Transportista de carga de Manzanillo, Yax Tzel Nolasco, quien aplaudió la decisión de Indira Vizcaíno de revisar profundamente el proceso concesionario.
Independientemente de lo que resulte con esa fiscalización, no debe perderse de vista el interés público, esto es, la protección de las condiciones favorables en que se desarrolla y debe desenvolverse una entidad. Por su magnitud territorial, Colima está para avanzar sobre bases justas, evitar hasta donde sea posible la desigualdad socia, que se manifiesta cuando los grupos de interés trafican influencia con los del poder, ordeñan las economía estatales con la ejecución de obras dizque muy benéficas y se llevan las ganancias para otro lado, lejos de “Nuestra Colima”.
Considérese que hay experiencias pasadas en las que surgieron nuevos ricos en Colima, aquellos que desde el poder se convirtieron en compradores de tierras ejidales y luego en fraccionadores, políticos y expolíticos sin llenadera que hoy son multimillonarios. Hoy debe evitarse esos enriquecimientos y mirar al bien común. Tiene que predicarse con el ejemplo.
Ojalá y ello sea posible para echar por tierra una supuesta expresión que se difundió entre la clase política antes de la instauración del nuevo régimen local en el sentido de que “si antes robaban otros, ahora nos toca a nosotros”. Madre mía, que eso haya sido nada más un rumor sin fondo que, por lo pronto, me caló hasta los huesos . . .