LAS ALIANZAS 2021: LA PESTE NEGRA DE LA DEMOCRACIA (II de III partes)

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APUNTES DE CAMPAÑA

Por: Alberto Liceaga

Y aunque el próximo proceso electoral no será una elección de partidos sino de candidatos y proyectos, requiere de alianzas que le ayuden a blindar el suyo, para vender una imagen de unidad y solidez a su alrededor.

Sin tanto ruido. Sin tantas olas.

Si.

Nuevas alianzas.

Por ello marca el guión e instruye construir alianzas con partidos y aspirantes ganadores, afines o comprometidos.

Mientras él hace su parte para establecer, sostener e impulsar otras entre las cúpulas. 

Es el turno de los factores reales de poder. Aquellos a quienes ha ofendido, humillado y maltratado. Que bajó del pedestal. Y a quienes tiene en la mira para doblegarlos. 

Audazmente estira la mano de la reconciliación. Para establecer acuerdos y compromisos y restarle capacidad de maniobra a la oposición.

Para congraciarse con ellos y no permitir una desbandada. 

Le apremia negociar una oposición perdida, desarticulada, dividida y ausente de la sociedad. No más Frente Nacional Ciudadano. No más insurrección de mujeres.

Para que él continúe sin sobresaltos, impulsando el discurso, la agenda política y mediática del país. Para dejar la pelota en la otra cancha mientras sigue avanzando.

Porque le urge reposicionar su proyecto, que quedó muy deteriorado con tanto pandemónium y estrabismo político, en la figura del otro López, el Gatell. 

2021 es su año. No tiene un después. En su mente de ahí emergen los cambios de la patria. El sendero al abismo para el México que no lo quiere. El socialismo.

Mientras la oposición se entretiene correteando su pelota.

Si.

Una oposición totalmente perdida.

Ciega y sumida en el letargo. 

Caminando hacia el barranco y perdiendo la enorme oportunidad de crear alianzas que la hagan triunfadora para recuperar a México.

Más parece comparsa del sistema. Hoy no es alternativa para la sociedad.

Para el de Palacio aún faltan instituciones.

Hay que legitimar los resultados. 

Necesita el control del proceso. 

Y a como de lugar, para este 2021 intentará erigirse como árbitro y juzgador. El guardián de las elecciones. Violando la ley, nuevamente. 

¿Y la oposición? Bien. Continúa correteando la pelota.

Al de Palacio sólo le falta lograr el suficiente impulso electoral. 

Para ello debe imponer desde ahora su elección federal por encima de la estatal. 

Y lo está haciendo. 

Está desplazando la agenda mediática de la maltrecha pandemia al combate a la corrupción, su estandarte popular. 

Es el inicio de su ofensiva electoral. Su mejor posicionamiento en la población. El combate a la corrupción. De otros, por supuesto.

Y la oposición silenciosa y complaciente, no lo combate. Ni lo evidencia. En su mutis, se suma a su escalada. Lo deja actuar. No hace marejadas. Y él así los quiere. Porque así le sirven.

Por ello seguirá dejando pastar al rebaño en la desierta llanura de la democracia.

Traerá a sus ovejas dispersas, descarriadas, distraídas y entretenidas. 

Al fin que seguirán comiendo de su mano. Mientras sagazmente asoma las orejas del lobo. 

Esto si es carro completo, no minorías.

Y lo leo así desde mis apuntes de campaña.