LA REELECCIÓN RECTORAL

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EDITORIAL 

A la muerte del rector de la Universidad de Colima, Alberto Herrera Carrillo, asumió el cargo el entonces secretario general de la institución, Jorge Humberto Silva Ochoa.

Durante 10 años que duró su rectorado, (dos años de interino y dos periodos de 4 años electo por el Consejo Universitario), la Máxima Casa de Estudios Colimense, floreció en su oferta educativa y por primera vez se ofrecieron más de 50 carreras en las diferentes escuelas y facultades de la misma.

Para 1989, el llamado Grupo Universidad sufrió un sistema político al interior y éste se separó. Fernando Moreno Peña asumiría la rectoría en medio de una disidencia de funcionarios que terminaron por marcharse de la institución.

Con Moreno Peña a la cabeza, la Universidad de Colima creció no sólo en su oferta educativa, sino en la certificación y calidad de planes y programas de estudio, además de acrecentar su infraestructura, deportiva, cultural y académica desde luego.

En una transición dócil, Carlos Salazar Silva toma las riendas de la institución y fiel a su estilo estricto proyecta a la Universidad de Colima a planos nacionales, asumiendo liderazgos en la cuestión de tecnologías de la información, cultural y académica, reconocidos en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

El periodo de 8 años con Miguel Ángel Aguayo López, aunque las cuestiones académicas no se detuvieron, se vieron manchadas por el escándalo financiero del Fondo Social de Apoyo al Pensionado (FOSAP).

Pero una vez asumido en el cargo de rector Eduardo Hernández Nava, como buen administrador, puso orden y transparentó este fondo, para evitar que en futuras fechas llegue a colapsarse y perjudique a trabajadores pensionados y a los que actualmente están en activo.

Aunque ha habido intentos de desestabilizar política y académicamente a la institución, bajo la bandera de proponer una nueva Ley Orgánica en la Universidad de Colima, quedando solo en eso, intentos.

Sin duda, hasta la propia Universidad tiene contemplada una actualización necesaria a la Ley Orgánica.

Hernández Nava tendrá el reto una vez que ha sido reelecto rector para los próximos 4 años, y demostrar que la Universidad de Colima y su compromiso con la sociedad es mucho más grande que cualquier asechanza política de grupos que sólo ven el beneficio de ellos.