Chivas y América, una semana después
Por: André Marín
Ha pasado exactamente una semana desde que Chivas y América se vieron las caras en el Clásico nacional y los panoramas son muy distintos en la casa del vencedor y en la del perdedor.
En Guadalajara todo es felicidad. Trabajaron el día siguiente del partido yAlmeyda les dio libre lunes y martes como premio. El miércoles, ya lo saben ustedes, fue presentado Alan
Pulido y se cumplió un sueño que tenían de contar con un delantero que viene a apuntalar la plantilla.
Ahora están en la Unión Americana, donde mañana jugarán un amistoso frente al Houston Dynamo.
Todo es una luna de miel.
En América continúa la tormenta. Se escondieron domingo y lunes para citar a conferencia de prensa el martes, en la que ratificaron a Ambríz y después, el técnico perdió el control ante las preguntas y terminó diciendo que si no gana algo en este torneo él se va.
Hubo una protesta fallida afuera de sus instalaciones con algunos que exigen cambio de técnico.
Oribe recuperándose de la fractura nasal, jugadores que siguen a la defensiva y otros que tratan de minimizar la humillación que sufrieron en el Clásico.
Almeyda está cada día más fuerte en Guadalajara. Los resultados le acompañan y el dueño cada vez le da más poder.
Ambríz cada día está más débil y su credibilidad está en su peor nivel. Nunca ha sido del agrado de la afición y sus pecados cada vez son más recordados. Un equipo carente de disciplina, de autocrítica, de un estilo definido y sobre todo es un equipo que no es espectacular. Nacho parece estar cavando su propia tumba.
A partir del próximo fin de semana todo vuelve a la normalidad. América le tiene que ganar al Cruz Azul, y las Chivas reciben a los Jaguares con la gran duda de si serán capaces de mantener el nivel que mostraron en el Azteca.
Estamos a la mitad del torneo y tienen los mismos puntos, ambos apuntan a la liguilla y ahí se verá la realidad de los dos clubes.
Dos equipos obligados a ganar el título, aunque si Almeyda no es campeón se lo perdonarían. A Nacho no.
Se ven mucho más comprometidos los jóvenes futbolistas rojiblancos que los cremas. Da la impresión de que a los de Coapa el centenario les importa un pepino y si está o no está Ambríz los tiene sin cuidado.
Falta mucho, pero por el momento las Chivas están en zona de calificación, ya lograron el boleto a la Libertadores, ya contrataron a Pulido y les queda pendiente el tema de las transmisiones.
En América hay mucha presión y las expectativas para 2016 no se han cumplido. Nada raro sería que ya tuvieran el plan B para sustituir a su técnico.
Una semana después, en el mundo chiva todo es felicidad y en la casa de su máximo contrincante necesitan pastillas para dormir.
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